POLITICA
AMPLIO OBJETIVO

El Frente de Todos apuesta a la fragmentación y desgaste de la Corte

El primer planteo de Alberto Fernández había sido contra el presidente del tribunal, Horacio Rosatti, pero luego se fue ampliando el objetivo, lo que desconcertó a varios de los gobernadores que habían comprometido su apoyo en el inicio. Lorenzetti intenta despegarse de las acusaciones que surgieron contra su sucesor al frente de la Corte Suprema y vuelven a aparecer viejos enfrentamientos entre los cortesanos. Por ahora, el oficialismo no tiene el número para avanzar en el recinto de Diputados pero descuentan que habrá un dictamen acusatorio de la comisión.

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Misión. El Presidente le encomienda a Martínez y Gaillard encaminar la discusión en comisión del juicio político a la Corte. | cedoc

“Pensé que iba a ser contra Rosatti”, le dijo Gustavo Bordet a Alberto Fernández. El Presidente había estado hablando por teléfono con el gobernador de Entre Ríos por altavoz desde su despacho horas antes de recibir a otros jefes provinciales y había conseguido su apoyo para la discusión sobre el juicio político. Todo cambió cuando en ese encuentro no solo se decidió avanzar contra el titular de la Corte Suprema, sino también contra los otros tres miembros. “No vayamos contra Lorenzetti”, recomendaron dos gobernadores ausentes. Para ese entonces, las llamadas telefónicas no paraban: que el oficialismo no tenga los votos para dar la discusión en el recinto no calma los ánimos del máximo tribunal, que muestra sus fisuras internas al rojo vivo.

Las disputas entre los cortesanos no son nuevas. Comenzaron cuando su actual titular llegó a la Corte, en 2016, y se incrementaron cuando asumió su presidencia, en 2021. En aquel entonces, su presidente, Ricardo Lorenzetti, acusó de “autovoto” a Rosatti y de asumir aprovechando su ausencia con un acuerdo “irregular” lleno de “vicios” y poco “ético”.

Ahora, Ricardo Lorenzetti no será quien ayude a Rosatti, envuelto en el escándalo de los chats entre su mano derecha, Silvio Robles, y el ministro porteño en uso de licencia, Marcelo D’Alessandro. Fueron varios dirigentes del peronismo a los que les llegó el mensaje de Lorenzetti, que también sonó en los oídos del Presidente: el apuntado debe ser Rosatti.

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Una de las personas de máxima confianza de Lorenzetti dejó en claro públicamente que el ahora titular de la Corte no recibirá ningún tipo de apoyo de su colega. “El vocero que no habla y solo hace off para no estar a derecho. no es re trucho esto???”, se preguntó María Bourdin en su red social Twitter. Apuntó así directamente a Silvio Robles, quien mantiene el silencio sobre los chats con Marcelo D’Alessandro y apenas hizo circular que denunció al gobernador Gerardo Zamora por tener “acceso indebido al expediente” por el cual Robles debería dar explicaciones judiciales. El vocero de Horacio Rosatti aparece en las conversaciones filtradas asesorando a Juntos por el Cambio en disputas judiciales con el Frente de Todos.

Lorenzetti no será quien ayude a Rosatti, envuelto en la polémica por los chats

El silencio sobre esto no solo hizo incomodar a Lorenzetti. En los pasillos del Palacio de Justicia no hay buenas caras. Primero fueron los jueces que participaron del viaje a Lago Escondido y ahora el vocero del máximo tribunal quien lleva a que la Justicia esté en la mira. A los magistrados no les importa tanto lo que digan los medios o la sociedad sobre ellos como sí les afecta comenzar a ser señalados por la propia familia judicial, algo que está sucediendo.

El extitular de la Corte por 12 años hace gala de ser el único magistrado que no acompañó con su firma la decisión de poner en funcionamiento una nueva composición del Consejo de la Magistratura por la que Rosatti asumió al frente. De vuelta aparece la crítica al “autovoto”. El avance sobre el Consejo fue uno de los motivos por los que el Gobierno presentó el pedido de juicio político y por eso el juez dice que no deberían apuntar a él. Desde el despacho presidencial responden con la firma de uno de los fallos que cuestionan: el santafesino acompañó la decisión favorable a la Ciudad en la discusión por los fondos coparticipables.

Corte Suprema: cuáles son los proyectos que buscan aumentar el número de miembros

Lorenzetti tiene un problema que no tiene Rosatti: la Coalición Cívica ya pidió su juicio político y uno de sus legisladores, Juan López, es vicepresidente de la comisión que empezará a investigar al máximo tribunal. ¿Puede haber un acuerdo con un sector de la oposición para avanzar en ese sentido? Desde el sector de Elisa Carrió aseguran que no se prestarán “al show” del oficialismo pero siguen dispuesto a avanzar contra el viejo titular del máximo tribunal a quien acusan de haber cometido graves irregularidades administrativas y presupuestarias durante su presidencia.

Una de las preocupaciones que sí igualan a todos sus miembros tiene que ver con que hoy los números en el recinto le juegan a su favor. Sin embargo, los dictámenes de la Comisión de Juicio Político tienen vigencia durante tres años de ejercicio parlamentario. Habrá dictamen acusatorio porque el oficialismo sí cuenta con los votos para esto y todo parece indicar que la elección de este año con un Juntos por el Cambio como favorito tampoco podría afectarlos pero ¿pueden ponerle la firma a que en los próximos tres años podrán estar tranquilos?

Un dirigente del peronismo envió en las últimas horas un archivo PDF de cinco páginas en donde se detallan 14 incumplimientos como magistrado en los que habría caído Rosatti. Está claro que para el oficialismo sería más sencillo avanzar contra el titular de la Corte que contra todos sus miembros. Una vez más, en esto también coincide Lorenzetti. Pero si el cortesano está dispuesto a que el juicio político sobre quien le sacó el puesto avance, ¿qué tiene para ofrecer? Ya demostró que tiene influencia sobre algunos gobernadores que se excusaron de firmar el pedido de juicio. ¿La tendrá también sobre legisladores que pueden llegar a dar los votos al oficialismo para apuntar contra el titular del máximo tribunal?

Los llamados, negociaciones y discusiones sobre el juicio político al máximo tribunal ya comenzaron y ni siquiera se inició el tratamiento oficial en el Congreso. Parecen muchos movimientos para abonar a la teoría de que este proyecto no tendrá ninguna posibilidad de ser tratado en el Congreso. La fragmentación y el desgaste recién empiezan y el oficialismo se muestra decidido a avanzar sobre ello.