La represión de dos cortes organizados esta semana por trabajadores y agrupaciones de izquierda generó una fuerte polémica en el seno del oficialismo. El secretario de Seguridad, Sergio Berni, desafió a quienes lo cuestionan a que le pidan su renuncia a la Presidenta. Ayer, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se refirió a la actuación de las fuerzas de seguridad en las protestas de esta semana y señaló que “lo hacen con un protocolo, respetando los derechos de los ciudadanos”, defendiendo de esa manera la actuación del secretario.
Decidido, y pese a las diferencias generadas, el oficialismo avanzará en agosto con el proyecto unificado para regular los piquetes en el Congreso.
El martes, trabajadores de Emfer y Talsa que cortaban la circulación en la General Paz y Avenida de los Constituyentes fueron reprimidos con balas de goma. Un día después, las fuerzas, bajo el comando de Berni, disolvieron otro piquete sobre Panamericana y Henry Ford, organizado en protesta por los despidos en la empresa autopartista Lear.
El diputado del Movimiento Evita Leandro Grosso criticó a Berni desde su cuenta de Twitter. Escribió que “debería explicar por qué hace todo lo contrario a lo que hacía Néstor (Kirchner)”, y lo acusó de ser “funcional a la oposición”. Por su parte, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que preside Horacio Verbitsky, señaló “el desplazamiento preocupante en la política de no represión de la protesta social”.
Consultado por PERFIL, Berni dijo: “No hubo ningún cambio, siempre trabajamos de la misma manera, con mucha responsabilidad. La Panamericana y la General Paz son áreas del gobierno federal donde debemos garantizar el derecho de los ciudadanos de entrar y salir de la Capital Federal”. Ante el señalamiento de que otros cortes no habían recibido la misma respuesta, como el piquete que se mantuvo por más de cinco horas en la Panamericana durante el paro del 10 de abril pasado, el funcionario insistió: “En todos los cortes actué de la misma manera”.
Berni negó que haya críticas en el oficialismo y apuntó contra el diputado Grosso. “Puede hacer dos cosas; pedirle mi renuncia a la Presidenta o renunciar a la banca que le dio el Frente para la Victoria si no está de acuerdo con lo que hace el Gobierno”. Y agregó, envalentonado, “no creo que tenga la testosterona suficiente ni para pedir mi renuncia ni para renunciar”.
En tanto, la bancada oficialista de diputados planea impulsar en agosto un proyecto unificado para regular las protestas sociales, un punto que había sido señalado por Cristina como prioritario en el discurso de apertura de sesiones realizado el 1º de marzo.
La diputada Diana Conti contó a PERFIL que “los asesores del bloque se reunirán la primera semana de agosto para redactar un proyecto unificado que incluirá una amnistía para todos los procesados por cortes y manifestaciones, con excepción de los casos de homicidio y daño físico a las personas”.
El nuevo texto no incluirá el polémico concepto de “manifestaciones legítimas” y la necesidad de notificación previa, pero se obligará a que al menos un carril sea liberado en caso de cortes viales. También será necesaria una orden de la Justicia para que las fuerzas de seguridad actúen sobre un corte, y se creará una comisión de mediación a cargo del Ministerio de Justicia.