POLITICA
CONTRA RELOJ

El Gobierno apuesta al anuncio rápido, pero el FMI quiere una prueba de amor

En el equipo económico coquetean con tener el acuerdo a más tardar el jueves, pero eso no implicaría venia inmediata por parte del Fondo que quiere concreciones con las tarifas.

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Otros tiempos. Uno de los primeros encuentros del ministro Gumzán con el Papa y Georgieva. | cedoc

El equipo económico no se cansa de repetir que trabaja contrarreloj y minuto a minuto por sellar el acuerdo con el FMI. Palpitan el anuncio del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que sería la semana próxima, a más tardar el jueves.

Sin embargo, que haya anuncio no es garantía directa de que haya aprobación exprés por parte del FMI, que de acuerdo con fuentes muy cercanas a la negociación se tomaría su tiempo.

Es decir, el Gobierno del presidente Alberto Fernández transpiraría la camiseta hasta el último minuto. Si el acuerdo con el Fondo en el Congreso genera tensiones dentro y fuera del oficialismo, el aval del board del organismo internacional de crédito no se quedaría atrás ni se tiraría a menos.

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El vencimiento con el Club de París, también en marzo, se patearía para más adelante

Fuentes muy cercanas a la mesa de negociación admitieron que se podrá escribir en el acuerdo que todo queda sujeto a aprobación en el Parlamento argentino, pero hay un dato crucial que, aún sin estar escrito, podría hacer capotar la venia del organismo internacional. El aumento de tarifas, mejor dicho el recorte de subsidios, será la  “prueba de amor” que reclamará el FMI, conducido por Kristalina Georgieva. Esa condición pega en el corazón  de la grieta conceptual que divide a la coalición gobernante, pero es la llave que abre el cofre del acuerdo.

Aún cuando no haya algo más sólido que la segmentación que hasta el momento dejó trascender el ENRE y que únicamente implicaría recortes escuetos en el voluminoso monto de recursos comprometidos para el suministro energético; el FMI exigiría ver algo concreto sobre la mesa.  En la práctica este proyecto abarcaría únicamente a algunos hogares residenciales del AMBA. Solo 500 mil en Capital Federal y Gran Buenos Aires, es decir implicaría un corto recorte sobre los 14 mil millones de dólares que se necesitarían este año para garantizar el suministro energético. La contracara sería un aumento final de hasta 200% en las tarifas de algunas familias.

En síntesis, el Fondo ya habría aceptado hacer la “vista gorda”  al programa que claramente hará agua porque, entre otras cuestiones no contemplará un plan concreto para bajar la inflación que este año ascendería al 55% de acuerdo con el relevamiento del propio Banco Central. Pero el FMI no cedería nada en el ajuste por las tarifas. En el Fondo saben que eso es resistido fuertemente por un sector de la coalición de Gobierno, pero es justamente el mismo sector, vinculado con la vicepresidenta Cristina Kirchner, el que controla el ENRE desde donde vieron la luz las propuestas de segmentación en las tarifas de luz y gas.

Para fortalecer las discusiones, ayer Ilan Goldfajn, el brasileño que vigila los recortes en el gasto argentino admitió que “estamos muy cerca”. El director del FMI dijo que la propuesta argentina “es un programa realista y confiable que solamente es para Argentina en el sentido más amplio, esto es un programa creíble, de manera pragmática y factible”.

En un operativo a dos puntas, en el G-20 el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, y la secretaria de Relaciones Internacionales del Palacio de Hacienda, Maia Colodenco, también aceleraron las gestiones. Esas gestiones habrían apuntado en dos direcciones. Por un lado, todo lo referido al acuerdo de entendimiento con el Fondo, paso previo obligado para la firma  final y la fumata.

Por otro lado, hay otra negociación que se lleva adelante  en paralelo a la del FMI. Patear para adelante el vencimiento de casi 2 mil millones de dólares con el Club de París, que también está programado para marzo. Es decir si  se cierra con el FMI y está el dinero para afrontar el 23 de marzo por casi 3 mil millones de dólares; ya habría un acuerdo de palabra entre los ministros de Alemania, Italia, España y Francia para patear para adelante ese vencimiento sin que por eso el país entre en default. Ayer, fuentes extraoficiales revelaron a NA que la Secretaría de Legal y Técnica “ya tiene muy avanzado” el proyecto sobre el acuerdo para hacerlo ingresar al Parlamento.

Otra alta fuente de la Casa de Gobierno reveló que para terminar el proyecto “solo falta conocer los últimos detalles que faltan del acuerdo con el FMI y agregarlos a la presentación” que irá al Congreso.

Las fuentes agregaron que “se está trabajando activamente, pero no esperamos cerrar el acuerdo este fin de semana, sino a mediados de la próxima”.

Lo que aún se desconoce es si finalmente el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien no se subió al avión para ir a Yakarta a la reunión del G-20 y lo hizo de modo virtual viajará esta vez a los Estados Unidos. En la agenda oficial del titular del Palacio de Hacienda no pudieron precisar fechas en ese sentido pero sí que no sería necesario que el ministro esté en Buenos Aires si se anuncia aquí el acuerdo  la semana próxima.