El Gobierno está confiado en que tendrá un supermiércoles legislativo. Ya cerró un acuerdo con la oposición para avanzar en la Cámara de Diputados con el pago a los jubilados y el blanqueo de capitales. Y aunque no derrocha optimismo, el oficialismo está convencido de que tendrá ese día los votos en el Senado para avalar los pliegos de los candidatos a la Corte Suprema, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.
Esta negociación todavía no está cerrada. El Senado representa a las provincias. Los gobernadores peronistas dicen tener cierto malestar con la Casa Rosada y que no estarían dispuestos a ordenar a sus senadores que voten los pliegos. Desde el oficialismo interpretan que buscan mostrar que siguen siendo opositores y tratar de cerrar acuerdos individuales a último momento.
Una importante fuente de la Casa Rosada dijo que llegan al miércoles con lo “justo” pero llegan. “Hay un compromiso institucional de los gobernadores, que entienden que esta Corte no puede seguir funcionando con tres miembros”, explicó la fuente. Y añadió: “Nosotros la palabra la hemos cumplido, empezando por la devolución del 15 por ciento de la coparticipación”.
En el oficialismo reconocieron a PERFIL que existe un acuerdo con la oposición para ampliar la cantidad de miembros de la Corte Suprema y respetar el cupo femenino, pero después de que se ocupen las vacantes. No quieren hacerlo al mismo tiempo porque estarían dando a entender que se trata de un “toma y daca”.
Existen tres proyectos para ampliar la cantidad de miembros. Uno es del puntano Adolfo Rodríguez Saá, que quiere colocar en uno de los lugares a su coterránea Liliana Negre de Alonso. El otro es del senador Juan Manuel Abal Medina, coequiper del jefe de la bancada, Miguel Pichetto, y el otro es de los kirchneristas puros, encabezados por el senador Marcelo Fuentes.
Colaboradores de Fuentes dijeron a este diario que el martes habrá plenario de comisiones para abordar esos proyectos y que el objetivo principal es que la votación de los pliegos de Rosatti y Rosenkrantz se postergue.
Durante semanas, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el jefe de los Diputados, Emilio Monzó, y un colaborador de uno de los dos candidatos fatigaron los pasillos del Congreso para sondear voluntades. La conclusión es que llegan bien para el miércoles. Mañana, Frigerio y Monzó se juntarán con Federico Pinedo (que está en Londres) y con la vicepresidenta Gabriela Michetti para hacer el conteo final. De no llegar al número, la sesión se caerá.
Existe un plan para “jugar” con los ausentes. Para aprobar los dos pliegos se necesitan 2/3 de los presentes. Cuantos menos senadores haya, menos serán los votos a juntar. Habría al menos una ausente. María Inés Pillati Vergara, del Frente para la Victoria, tiene previsto un viaje a Cuba para la semana. Definiría mañana si viaja. Estaba en duda María Laura Leguizamón, que por su embarazo no quiere exponerse a las bajas temperaturas.
Hay un puñado de indecisos que promueven el cumplimiento del cupo femenino. Lo cierto es que si bien no se sabe con certeza cuántos votos tiene el oficialismo, el ultrakirchnerismo tampoco cuenta con los 25 senadores necesarios para hacer caer la sesión. Todo parece indicar que el miércoles Rosatti y Rosenkrantz se convertirán en miembros de la Corte.