“El plan es que mientras el presidente (Javier) Milei continúe con sus fuertes políticas económicas, nosotros podamos ayudarlo a llegar a las elecciones”, admitió el jueves el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent. Antes de viajar a Nueva York a buscar un nuevo salvavidas para su modelo, el jefe de Estado firmó el decreto para suspender las retenciones. Le permitió el cierre de contratos para ingresar US$ 7 mil millones en tiempo récord, pero también cosechó fuertes críticas de los productores agropecuarios. Se trata de una nueva asistencia a las políticas libertarias a meses de otro auxilio del Fondo Monetario Internacional.
El cupo que planteó el Gobierno se alcanzó en dos días. La eliminación temporal de los derechos a la exportación del campo les permitirá inyectar oferta en un mercado cambiario, cuya cotización alcanzó su récord histórico hace una semana. La crisis se generó por la falta de reservas líquidas propias y los más de US$ 9 mil millones que precisa para llegar a fin de año, sumado a todos los compromisos financieros de 2026.
Por la quita de retenciones, desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA)calcularon que un puñado de grandes compañías amasó una ganancia extraordinaria cercana a los US$ 1.500 millones. Es la cifra que no recaudó el Tesoro y que tampoco irá a parar a los bolsillos de los productores. “Al quitarles la retención para la soja, esta venta fue equivalente a una devaluación superior al 35%. Y las empresas están pensando que después de los comicios será menor a eso, por eso cubrieron rápido el cupo”, planteó a PERFIL Hernán Letcher, director del CEPA.
A cambio, estiman, el costo financiero será mínimo por las líneas de crédito que precisen para la liquidación anticipada de las divisas en el mercado de cambios. Hay una razón: las ventas corresponden a cantidades que no guardan relación con las compras de granos que se dieron en estos días, según datos oficiales. “Con lo cual se trata de cantidades que no están en sus inventarios y que irán comprando con el pasar de los días. En efecto, parte de esos granos corresponde a cereales u oleaginosas que aún no han sido cosechados”, concluyeron en CEPA.
La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA-CEC) nuclea a las cerealeras. Tuitearon un pronunciamiento para ir a fondo: “El agro demuestra una vez más el enorme potencial que tiene si los gobiernos deciden eliminar retenciones. Sigamos trabajando para alcanzar la eliminación permanente de las mismas y liberar así toda la fuerza productiva y exportadora del país”.
“Los dólares de agro son para mantener el tipo de cambio. La asistencia de Donald Trump no”, diferenció Alejandro Vanoli. En diálogo con este medio, el ex titular de la ANSES y del Banco Central explicó que “el Tesoro de Estados Unidos no le dará dinero para mantener el dólar post elecciones. Esto fue solo señal para evitar lo peor”. De hecho, tras ese gesto, el riesgo país cayó más de 400 puntos básicos en la semana, y se especula con que los fondos llegarán tras los comicios.
El ex ministro de Economía Martín Guzmán fue más allá. Alertó que “tomar un préstamo del Tesoro es darle al gobierno de Estados Unidos un instrumento de chantaje contra la argentina para sostener un modelo que está agotado”. Entrevistado por el programa Modo Fontevecchia, anticipó que “solo en el corto plazo vamos a ver más calma financiera, porque la tasa de interés puede bajar -lo cual siempre es bueno-, pero quedamos rehenes de un problema mayor. Es que Argentina no resuelve sus problemas productivos estructurales y agrava sus problemas políticos, financieros y de inserción. Así queda expuesta a una mayor volatilidad”.
La consultora en comunicación estratégica Desiré Cano analizó que “el respaldo de Bessent y Trump a Milei no es solo financiero ni ideológico: es una jugada geopolítica frente a Brasil. Washington prefiere apostar fuerte a un gobierno aliado en Buenos Aires antes que dejar que la región se incline hacia la órbita de Brasil-China y el BRICS, un bloque económico político en expansión”. En este marco, opinió que “salvar la reputación” de Milei significa también “salvar la de Estados Unidos como potencia capaz de sostener a sus socios frente a competidores regionales y globales”. Por esto argumentó que el país del norte “hace alta política con la debilidad reputacional del gobierno de Javier Milei”.
Aunque parece todo cerrado entre los dos presidentes, la oposición local le recordó al Gobierno que la “Ley Guzmán” lo obliga a pasar por el Congreso antes de aumentar el endeudamiento. Esto abarca incluso un swap de monedas. En esa línea, el gobernador de La Pampa, el peronista Sergio Ziliotto, sentenció: “La única herramienta que tiene el Gobierno Nacional para seguir adelante es el mayor endeudamiento. Lamentablemente no sabemos cuál será el costo, por eso si hay algo que debe ser innegociable es que debe pasar por el Congreso”.
Este nuevo aire que consiguió Milei se suma a otras inyecciones de divisas que precisó para mantener a flote su modelo. Todas ellas se explicaron por el sector financiero, mientras que la economía real se mantiene muy por detrás. De hecho, la inversión extranjera directa se mantiene negativa en el acumulado de este año.
Por el blanqueo ingresaron US$ 20.600 millones, compiló CEPA. Por la liquidación de divisas en el contado con liquidación entraron otros US$ 15.000 millones, de los BOPREALES (serie 1, 2 y 3) se suscribieron US$ 10.000 millones, por REPO con bancos privados obtuvo US$ 3.000 millones en total. Además, de los dos desembolsos del nuevo acuerdo con el FMI llegaron US$ 14.000 millones, por el BONTE consiguieron US$ 1.500 millones en total, por la baja de retenciones temporarias de enero a julio una liquidación anticipada récord de US$ 21.000 millones y, por último, ingresaron aproximadamente US$ 6.200 millones entre abril y agosto por organismos internacionales. El que no funcionó fue el plan del ministro de Economía, Luis Caputo, para que los ahorristas saquen los dólares del colchón.