No habrá ingreso universal, pero el Gobierno sabe que desarticular la ayuda otorgada durante la pandemia no será sencillo. En la Casa Rosada ya escuchan reclamos de gobernadores e intendentes para que los planes se extiendan. Por eso evalúan cómo convertir los programas más allá de los meses en los que el coronavirus golpeó más fuerte.
El propio ministro de Economía, Martín Guzmán descartó la idea de convertir al Ingreso Familiar de Emergencia en una renta universal. Cuando el Gobierno lanzó El IFE creyó que asistiría a tres millones de beneficiarios pero la ayuda se extendió a a 8,9 millones de personas.
“El IFE se pensó para un escenario de párate total. Post pandemia se va a trabajar con el mapa de la informalidad que se descubrió a partir del coronavirus y que no se sabia que era tan extenso”, explicaron a PERFIL desde la Casa Rosada.
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Lo cierto es que le será difícil al Gobierno desarticular esta ayuda, sobre todo, en medio de crisis económica que golpea a los sectores más pobres. Los intendentes del conurbano aseguran que la paz social durante estos meses tuvo que ver con estos planes y ninguno quiere dejar de tenerlos cuando se acerca diciembre, un mes que siempre genera alerta.
Por eso, en el Gobierno evalúan que podrían seguir sosteniendo a estos beneficiarios con la implementación de un programa que los inserte en el mercado laboral. Miran al 61,7 por ciento de los beneficiarios del IFE que son trabajadores desocupados e informales.
Se trata de más de cinco millones de ciudadanos a los que se podría seguir llegando con ayuda estatal.
Ya semanas atrás, los reclamos de algunos gobernadores hicieron que la Casa Rosada diera marcha atrás con la idea de sacar el IFE a provincias que habían comenzado con la flexibilización de actividades.
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Otro de los programas que se mira con atención son los ATP (Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción) por el que el Estado paga parte de los sueldos del sector privado. Ya benefició a más de 310 mil empresas y más de 2,8 millones de trabajadores.
Hay un sector que ya tiene garantizado su continuidad como mínimo hasta diciembre. Se trata de la Industria del Entretenimiento Argentino, sector que representa a más de 3.000 establecimientos en todo el país entre salas de música en vivo, discotecas, estadios y eventos masivos, entre otros.
Saben que esta actividad será una de las últimas en reabrir por lo cuál además de tener garantizados los ATP hasta fin de año, también acordaron con el Gobierno que se flexibilizarán las condiciones de acceso a créditos para monotributistas y autónomos y ofrecerán un nuevo crédito con doce meses de gracia.
Los representantes de la Industria del Entretenimiento Argentino (IDEAr), Ariel Gambini y Eduardo Sempé, mantuvieron el lunes una reunión virtual de la que participaron Miguel Cuberos (Subsecretario General de la presidencia), José Bianchi (AFIP), Leandro Mora Alfonsin (ministerio Desarrollo Productivo) y Lucrecia Cardoso y Luis Sanjurjo (ministerio de Cultura), para avanzar en estas medidas para un sector que aún no tiene fecha de reapertura.
