Luego de la quema vandálica del árbol navideño instalado en Plaza de Mayo, autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, asistieron hoy a la ceremonia de bendición del nuevo pesebre y Árbol de Navidad que fueron colocados conjuntamente por la Comuna y el Arzobispado porteños.
Acudieron entre otros la vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, quienes señalaron que tanto el pesebre como el Árbol fueron repuestos "en tiempo récord por pedido de Mauricio Macri y a través de una cruzada de la que participaron vecinos, empresas, sociedades civiles y jóvenes PRO que no costó un sólo peso a la Ciudad".
El pesebre existente en el lugar, que había sido construido por ex alumnas del Colegio María Auxiliadora, así como el árbol que presidía la esquina de la Plaza fueron quemados el martes pasado y en tres días se logró reponer las esculturas.
"Este pesebre es para que lo admiren no solamente los porteños, sino todos los argentinos y extranjeros que vienen a la ciudad como turistas", afirmó Vidal momentos después de que el obispo auxiliar y pro vicario general, monseñor Eduardo García, diese la bendición.
A su vez, Santilli señaló que reponer los símbolos navideños hubiese costado unos 420.000 pesos que la Comuna evitó erogar de más gracias al aporte de las empresas y del gesto solidario de vecinos y organizaciones no gubernamentales. "Este año el costo de vandalismo fue de 14.000.000 de pesos que pudimos haber destinado a realizar muchas más obras en el espacio público. Debemos invertir la plata y no utilizarla para reponer un ícono como éste que es símbolo de la paz y la armonía", añadió.