En la misma semana que la Justicia allanó Cablevisión con una tropa de 50 gendarmes y que el Congreso aprueba la nueva ley de regulación del papel para diarios, Hebe de Bonafini y sus Madres celebraron en la Plaza de Mayo el "juicio ético" contra el Grupo Clarín. El multimedio fue "condenado" por un "Tribunal Ético" presidido por la misma Bonafini, por ser un "monopolio" y haber sido "cómplice de la dictadura", entre otros cargos, según el "fallo" que leyó la presidenta de Madres al final del particular "proceso judicial" público. Eduardo Barcesat, el abogado de las Madres, ocupó el rol de "fiscal general".
"A la sociedad le queda por delante una tarea muy grande respecto a los medios", opinó Bonafini. "A pesar de las leyes viven de las cautelares y yo, que no sé nada de justicia, sí puedo hablar de infinidad de injusticias", señaló.
Con la presencia de un puñado de allegados de la Madres, turistas y curiosos que pasaban por allí, el Juicio ético "para defender la ley de medios" tuvo como "imputados" a seis empresas del multimedios: diario Clarín, TN, Canal 13, Papel Prensa, Radio Mitre y Cablevisión. "Gorila, basura, vos la dictadura" y "Si nos tocan a la madres qué quilombo se va a armar" fueron los cánticos preferidos de los allegados de la agrupación de Bonafini.
Uno por uno, ex empleados echados de esas empresas fueron testigo y "acusadores" en este juicio, como Pablo Llonto, ex periodista del diario Clarín y abogado querellante contra su dueña en la causa de sus hijos adoptivos.
En tanto, el locutor y periodista Víctor Hugo Morales envió un video de cinco minutos que se transmitió en la Plaza, durante el cual criticó al Grupo Clarín por las transmisiones del fútbol. Por su parte, Osvaldo Papaleo subió al escenario como "testigo" por el caso Papel Prensa.
Este no fue el primer "juicio ético" de las Madres: el 29 de abril de 2010, Bonafini ya había realizado el "juicio ético" contra periodistas "cómplices de la dictadura", según denunciaron. Entre ellos se encontraba Magdalena Ruiz Guiñazú, quien luego denunció a Hebe.
El final del simulacro contó con la verborragia de Bonafini, quien, como ya es costumbre, espetó algunas frases fieles a su estilo. "Cuando era chica no había papel higiénico”, recordó. “Nos limpiábamos con el diario. Ahora podríamos hacer lo mismo, ¿no?", ironizó.
Pero las críticas no fueron todas para la oposición. Ni los medios oficiales se salvaron de Bonafini. "El 7 todavía no es el canal del pueblo”, se quejó. “En vez de pasar a Cristina, pasa pelotudeces. Nos obliga a ver C5N", cuestionó.