El rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Rubén Hallú, no estará presente en las próximas reuniones del Consejo Académico de Evaluación y Seguimiento, formado para devolverle al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) la credibilidad perdida. En su lugar se designó al profesor Enrique Zuleta Puceiro, un encuestador que supo ser de los preferidos por el Gobierno K.
El sitio lanacion.com habló con una fuente de la UBA quien le confirmó la designación de Zuleta Puceiro “por un período, en principio”. “Esté o no, el rector puede enviar a un representante, que, en definitiva, es un asesor de él, que va en su nombre”, agregó.
El hombre que representará a la Universidad de Buenos Aires en busca de la credibilidad perdida por el INDEC es el presidente de la Fundación de Investigaciones Económicas y Sociales (FINES) y de la consultora OPSM Opinión Pública, Servicios y Mercados, la misma que durante el Gobierno de Néstor Kirchner era una de las preferidas por la Casa Rosada por los altos índices de imagen pública que arrojaba para el entonces presidente.
Según una nota publicada en la Revista Noticias en febrero de 2004, la jefatura de Gabinete -por entonces a cargo de Alberto Fernández- ordenó, mediante la resolución 284/04, la contratación directa de los servicios de consultoría de la empresa OPSM, por 540.000 pesos.
Enrique Zulete Puceiro fue profesor de la Universidad Complutense en Madrid y profesor visitante en el Departamento de Gobierno de la Universidad de Harvard. Además fue funcionario público en el gobierno radical de Raúl Alfonsín e integró los equipos de Enrique “Coti” Nosiglia, cuando éste era ministro de Interior. Cuenta la nota de Noticias que fue en esa época donde conocío a Alberto Fernández, un joven abogado que trabaja en asuntos jurídicos del ministerio de Economía de Juan Sourrouille.
Tres de los encuestadores más difundidos por el kirchnerismo, entre los que estaba Zuleta Puceiro, le daban al por entonces presidente Kirchner entre el 70 y 80 por ciento de imagen positiva cuando el resto lo ubicaban debajo del 50 por ciento.
