Entre 2003 y 2009, El Calafate se convirtió en una plaza clave para los emprendimientos hoteleros. Sin embargo, para el negocio hotelero, 2009 no fue un buen año. Con gran competencia, la villa turística se convirtió en una suerte de colección de hoteles cinco estrellas. Más de quince hoteles de esas carecterísticas pelean por un lugar en el mercado. Sin embargo, en época de vacas flacas, el pertencer tiene sus privilegios.
El 26 de octubre de 2009, mediante la orden de compra 10776/2009, la Municipalidad de El Calafate confirmó el pago de 34.200 pesos al hotel Alto Calafate, por el “servicio de alojamiento de los integrantes de la Fetran”. La Fetram, no es nada más que la Federación de Trabajadores Municipales de Santa Cruz, constituida por los scretarios generales de los distintos municipios.
El hotel Alto Calafate, es propiedad de la sociedad Hotesur SA, que pertenece en un 98% a Néstor Kirchner, en un valor de $ 5.399.927, según lo escrito en su última declaración jurada. El valor llave de las acciones que tiene el ex presidente en este emprendimiento hotelero asciende a los $ 10.062.813. En el directorio de la sociedad aparecen Romina Mercado, hija de Alicia Kirchner; Osvaldo Sanfelicce, socio de Néstor Kirchner y del empresario de juego Cristóbal López; Patricio Pereyra, esposo de la otra sobrina de Néstor Kirchner, Natalia Mercado, y Roberto Saldivia, apoderado de Lázaro Báez. Néstor Kirchner le compró el hotel al grupo propietario del prestigioso hotel Colón, ubicado a metros del Obelisco. Esta situación, incluso, sirvió para asegurar que el actual diputado nacional también había adquirido ese establecimiento de lujo. En el mercado hotelero aseguran que los Amil, dueños del Colón, y los Kirchner, “son competidores”.
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