El miércoles pasó por Nueva York, por indicación de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. También, según él mismo confió, porque el special master Daniel Pollack y el juez Thomas Griesa lo mandaron a llamar para participar de las últimas negociaciones con los fondos buitre antes de que Argentina entrara en default.
Estuvo pocas horas en el país, pero las suficientes para levantar una polémica que todavía resuena. En principio, por el fracaso en las negociaciones, expuesto en el Consulado argentino en Nueva York, desde donde anunció, en conferencia de prensa, que las últimas chances para llegar a una solución consensuada con los holdouts se esfumaba, mientras el mediador Pollack anunciaba lo que el funcionario argentino se negaba a admitir: la inminente cesación de pagos.
Pero, contra cualquier pronóstico, el titular del Palacio de Hacienda suscitó, además de controversia, suspiros a su paso. El charme de Axel Kicillof fue tema de conversación en redes sociales, al punto que el portal Buzzfeed le dedicó un llamativo artículo, titulado “Internet está obsesionada con el guapo ministro de Economía argentino”.
“Pese a los esfuerzos de Kicillof, Argentina fue declarada en default por agencias”, indicó el sitio. “Sin embargo, el mundo financiero está encantado de tener oportunidad de ver más conferencias” del ministro, apuntó.
Galán. El periodista Jim Waterson expuso el furor por Kicillof en la city neoyorquina. “La belleza de Kicillof es bien conocida en la industria financiera de Londres, donde muchas mujeres que se especializan en productos financieros y venta de bonos sudamericanos empezaron a poner fotos de él en sus escritorios”, explicó a Infonews.
No será la primera vez. Apenas asumió en Economía, Axel se convirtió, para la prensa brasileña en Kicilove. Para algunas argentinas, es su Kissmelove.
