Antonio Rodas, el flamante intendente de la localidad chaqueña de Fontana, es un ejemplo de que en política nunca está nada dicho. El delfín de Jorge Capitanich fue electo el domingo en su ciudad y pasó de estar preso por malversación de caudales públicos a sentarse en el sillón de la quinta Presidencial de Olivos, para ser felicitado por el ex presidente Néstor Kirchner. Todo, gracias al gobernador K.
Intendente con esposas. En 1995, Rodas era el intendente de Fontana cuando estalló un fuerte conflicto salarial con los empleados públicos de la ciudad. El enfrentamiento con el peronista llegó a un punto sin retorno. Cuando se cumplía un año de gestión, los trabajadores quemaron la intendencia, hubo enfrentamientos con la policía y un empleado perdió la vida. Los incidentes detonaron en la intervención de la localidad, votada por la legislatura.
El jefe comunal había sido denunciado por malversación de fondos y terminó su gestión destituido y preso. La policía se lo llevó esposado de la municipalidad el viernes 7 de julio de 1995, y su imagen, que ilustra esta nota, salió el la primera plana de los diarios provinciales. “Ladrón”, lo llamaban los medios. Parecía el final su la carrera política.
Pero Rodas no llegó a estar ni siquiera un año encerrado. Las investigaciones en su contra continuaron. Se lo acusaba por la desaparición de 500 mil pesos, según consta en las presentaciones judiciales del Tribunal de Cuentas de aquella época. Al final, no se encontraron pruebas de lo denunciado y fue absuelto.
El regreso. En 2007, bajo el padrinazgo de Capitanich, el intendente destituido volvió a la política como asesor de la gobernación. “Rodas es Capitanich”, afirmó a Perfil.com uno de los legisladores que en ese entonces votó a favor de la intervención. El propio "Coqui" confirmó esas palabras durante la campaña. “Votando a Antonio Rodas, me votan a mí”, dijo y puso a su disposición el apoyo del aparato estatal. Además, prometió obras millonarios en la localidad cercana a Resistencia.
El domingo, con más del 50 por cientos de los votos, después de 15 años de haberse ido esposado de la municipalidad, el pueblo de Fontana lo volvió a elegir como intendente. “Fue un acto reparador”, expresó el ministro de Gobierno de Chaco, Juan Manuel Pedrini, quien agregó que Rodas soportó con entereza “un escarnio público”. En la oposición denuncian que se entregó dinero, planes sociales y hasta electrodomésticos para captar votos. No hay pruebas de ello, sólo palabras.
Poco le importa a Rodas, cuya revancha fue doble, ya que en los comicios derrotó a Víctor Zimermann, el radical que lo había reemplazado en la intendencia tras su destitución. La foto y el abrazo con Kirchner fue el cierre de un regreso soñado.