¿Volverá a decirle que está “buen mozo”, como lo hizo la última vez que compartieron un acto? ¿O lo tratará con indiferencia, al igual que lo había hecho anteriormente? En el momento en que el arco político está atento a una posible candidatura de Sergio Massa, la presidenta Cristina Kirchner volverá a encabezar una teleconferencia con él.
Las especulaciones ya empezaron a correr. Daniel Scioli y el peronismo opositor temen lo peor: que el intendente de Tigre se postule a diputado nacional por el kirchnerismo o que apadrine una lista del PJ disidente que le quite votos a Francisco de Narváez y le dé una victoria al oficialismo.
En estas últimas semanas de definiciones, Massa escucha los escenarios que plantean los distintos dirigentes y disfruta de las inquietudes ajenas. No desmiente nada y estira al máximo el anuncio sobre su futuro electoral.
El miércoles deberá mostrarse en el acto K, cuando la Presidenta anuncie una serie de microemprendimientos de frutos en el Delta. Pero lejos de esta imagen, el intendente de Tigre les asegura a sus hombres de confianza que no podría convertirse en un candidato kirchnerista. “¿Cómo van a explicar que llevan en la boleta a un dirigente que se opuso a la re-re y que sus diputados votaron en contra de la reforma judicial? ¿Cómo va a hacer La Cámpora para cantar por Massa?”, se pregunta un jefe comunal aliado.
“¿Y si Massa planta a Cristina?”, pregunta otro intendente al asegurar que el tigrense tiene agenda en Paraguay antes del partido de Tigre en ese país por la Copa Libertadores de América. Nadie cree que el desplante se concrete.
Aunque es un escenario que le resulta incómodo, quienes lo conocen creen que la única postulación posible será enfrentando al kirchnerismo. Pero desde el Gobierno nacional creen que Massa finalmente no se postulará y que sólo “amaga” con una candidatura para negociar lugares en las listas.
Sin embargo, se muestran “amables” con quien hasta hace poco fue considerado un “traidor”. Diferentes funcionarios visitan su distrito y ahora la Presidenta le dará espacio para mostrar Tigre.
Mientras tanto, Massa suspende los actos políticos con intendentes, encuestadores y economistas, en donde tendrían que definir si se presenta en los comicios. El alcalde quiso evitar los titulares en los diarios sobre su postulación y por ello pidió dos semanas más de tiempo.
Massa sabe que las horas finales ya empezaron a correr. Pero no quiere que nadie lo presione y hasta se enoja con los intendentes que le piden una definición. Sabe que sus aliados empezaron a mirar a otros candidatos, pero si anuncia su candidatura tardarán minutos en regresar.
