El ministro de Economía, Sergio Massa, y el presidente del Banco Central (BCRA), Miguel Ángel Pesce viajarán entre el lunes y martes a Washington para presentar las medidas adoptadas para incrementar las reservas de dólares, en el marco de la Reunión de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Será el segundo viaje del ministro a Washington en menos de 15 días, luego de que el 29 de marzo se reuniera con la subdirectora gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, antes de conseguir la aprobación de la cuarta revisión del programa de financiamiento acordado con el organismo.
Esa aprobación le permitió al país recibir un crédito del organismo por US$ 5.300 millones, con los que pagó el 31 de marzo, US$ 2.600 millones de la deuda que mantiene con el FMI, y que hará lo mismo a mediados de abril.
Ahora, Massa y Pesce llegarán a esa reunión del FMI y el BM luego de haber anunciado una devaluación parcial, que lleva el dólar a $ 300 hasta el 31 de mayo para las liquidaciones de las exportaciones de soja, y un valor similar para las “producciones regionales”, las que se irán definiendo con el correr de los días, hasta finales de agosto.
Massa y Pesce intentarán mostrar que con el dólar agro se revertirá la pérdida de reservas
Con esta medida el Gobierno buscará revertir la pérdida de reservas de los primeros tres meses, para poder lograr, entre abril y junio, acumular unos US$ 7 mil millones en el Banco Central y cumplir la meta comprometida con el FMI.
Desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) estimaron que, con el sistema de dólar agro podrán liquidar más de US$ 5 mil millones desde el lunes próximo, al menos desde el complejo sojero, aunque algunos cálculos iniciales desde el Gobierno confían en que pueden llegar a US$ 6 mil millones.
El programa incluye tanto a la soja de la campaña vieja (se estima que quedan sin vender unos 7 millones de toneladas), como de la campaña nueva, que hasta el momento, los productores se desprendieron de tan sólo 4,8 millones de toneladas, el peor registro en 20 años, de las 25 millones de toneladas que aguardan cosechar.
Además, el secretario de Agricultura Juan José Bahillo aseguró que a esos US$ 5 mil millones de la soja deberán agregarse otros US$ 3.500 millones provenientes de las economías regionales, un número al que llegó al observar registros históricos de liquidación.
Para el funcionario las economías regionales “podrían tener incluso incrementos sobre esa base histórica de entre 25 y 30% más”, aseguró el miércoles en conferencia de prensa.
Con este nuevo “nuevo dólar agro”, Massa y su equipo confían en revertir la tendencia de los primeros tres meses, donde el Banco Central cerró con un saldo vendedor de US$ 3 mil millones.
Deuda: una disputa que lleva más de 20 años y es protagonista en las crisis
Eso se debe a que, además de una constante demanda de dólares, la sequía, y las liquidaciones anticipadas, producto de los programas ”Soja I” y “Soja II”, la oferta de divisas cayó abruptamente a comienzos de esta año.
Solo en marzo, esta combinación de efectos hicieron que las exportaciones del sector agrícola cayeran 58,2% interanual a US$ 1.228,6 millones, informaron de Ciara-CEC. En el trimestre se acumularon liquidaciones por US$ 2.800 millones contra los US$ 7.925 millones de un año atrás.
Pero el paquete de medidas anunciadas por Massa el miércoles se completó con una advertencia para que los exportadores liquiden divisas que retienen de forma irregular, tras el vencimiento del plazo de 180 días para hacerlo.
Esta medida “está enfocada a esos más de US$ 3.700 millones, que empresas argentinas retienen y no han cumplido con la liquidación de los dólares que exportaron”, afirmó el ministro.
Massa les dio 30 días para que regularicen su situación, porque si no, serán “muy duros, activando un mecanismo de suspensión del CUIT, y suspendiendo el ingreso de esas empresas al mercado de cambios” oficial.
“Aspiramos a que aquellos que evadieron su obligación con el Banco Central se trasformen en personas no hábiles comercialmente”, advirtió.
En este sentido, aseveró que esas maniobras irregulares “les hacen daño no solamente a las empresas argentinas y a las economías que trabajan, producen y exportan, sino también a la credibilidad y la fortaleza de la moneda argentina”.
Economistas y empresarios ven sequía de dólares en el horizonte
De esta manera Massa no solo busca recuperar ese dinero, sino también cumplir con otra de “las recomendaciones” del FMI sobre evitar maniobras de sobrefacturación de importaciones, o acumulación de mercadería de parte de las empresas que se ven favorecidas por la cotización del “dólar” oficial.
Pero no todo es dólares. El jueves, la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz tuvo que salir a asegurar que “no hay ninguna nueva meta ni condicionamiento de ajuste ni del FMI ni de ningún actor del sistema financiero o de crédito sobre la política social en Argentina”.
“No es verdad que se haya solicitado o puesto como meta la reducción de la cantidad de titulares del Potenciar Trabajo, como tampoco de ningún otro programa”, dijo Tolosa Paz a través de su cuenta de Twitter.
Desde las organizaciones sociales y los medios “se manipula con desconocimiento o intencionalidad, información pública que es de libre acceso, distorsionando los hechos”. Desde el Ministerio de Desarrollo Social “incrementamos la inversión social, ejecutando con eficiencia y a tiempo el presupuesto asignado”.
Pero en esta historia, no todo es ajuste y devaluación. El miércoles, Massa, junto al ministro de Educación, Jaime Perczyk, firmaron con la directora del Banco Mundial, Marianne Fey, un convenio por US$ 300 millones para becas Progresar y fortalecimiento de las trayectorias educativas.