En Córdoba 69 personas fueron secuestradas o detenidas durante los últimos seis meses del gobierno de Isabel Perón y aún permanecen desaparecidas.
La dictadura masificó luego esa figura: en esa provincia hubo 438 desaparecidos y 118 fusilados, 556 personas en total. En todo el país, las víctimas fueron 7.158 personas (6.415 desaparecidos y 743 muertos en “ejecución sumaria”).
Estas cifras surgen del último listado oficial difundido en 2006 por el gobierno nacional, los dos anexos del Nunca Más, el informe de la Conadep, y son reveladas en el libro ¡Viva la sangre!, del periodista Ceferino Reato.
Los números oficiales indican la magnitud de la matanza realizada por la dictadura, aunque no coinciden con las 30 mil víctimas de las que hablan tanto la presidenta Cristina Fernández de Kirchner como los organismos de derechos humanos y parte de la oposición política. "El título ¡Viva la sangre! intenta reflejar la banalidad con la cual se mataba y se moría en la Argentina de los setenta", indica la contratapa del ejemplar.
La nueva obra de Reato —autor también de Operación Traviata, Operación Primicia y Disposición Final— , está ambientado en Córdoba antes del golpe de 1976, cuando esa ciudad era la capital simbólica de quienes soñaban con la revolución socialista, uno de los principales focos de las guerrillas y el laboratorio de las tácticas represivas que serían utilizadas luego en la dictadura.
Córdoba era considerada “el meridiano político” del país y allí se libraron disputas decisivas a nivel nacional, como el enfrentamiento entre el presidente Juan Perón y la cúpula de Montoneros, que, como el buró del Ejército Revolucionario del Pueblo, vivió en esa ciudad.
Es que el sector más dinámico y moderno de la clase obrera, el sujeto que según la izquierda debía protagonizar la revolución socialista, vivía y trabajaba en Córdoba.
Ceferino Reato revela también cómo fue creado en octubre de 1975 el Comando Libertadores de América, un grupo paraestatal vinculado al Tercer Cuerpo de Ejército y al general Luciano Benjamín Menéndez, que está siendo juzgado nuevamente en Córdoba por delitos de lesa humanidad.