La demanda civil del camarista Leopoldo Bruglia contra el presidente Alberto Fernández por daños y perjuicios avanza con la expectativa que termine en un juicio. En los próximos días se fijará la fecha de la primera instancia del proceso del cual posiblemente el juez y el mandatario se vean las caras en tribunales, seguramente antes de fin de año.
Se trata de la etapa de mediación la cual reviste de obligatoriedad no solo del proceso en sí sino también de la participación del demandante y del demandado. El pleito se originó por una serie de tuits del jefe de Estado, quien en fuertes términos reprochó a la Sala I de la Cámara Federal Porteña (que Bruglia integra junto a sus colegas Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens) el fallo donde se dispuso la excarcelación de Jonathan Morel, Sabrina Basile y Gastón Guerra, miembros de Revolución Federal.
En su momento Alberto Fernández publicó en la red social: “Los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi deberían estar sólo en los tribunales para los cuales concursaron. Solo una maniobra ilegal (que es un secreto a voces) del expresidente Mauricio Macri, que ordena a los consejeros de la Magistratura que le responden bloquear el concurso para designar a quienes deberán ocupar legítimamente las vacantes que hoy usurpan los jueces citados, hace posible esta arbitrariedad”.
Ante ello, y tras calificar los dichos de Fernández como “inaceptables”, el camarista tomó la determinación de ponerle un freno en tribunales a las que considera injurias del primer mandatario. Bruglia enfatizó que su traslado dentro de la justicia federal fue ratificado por la Corte Suprema, de lo que además sostuvo que su cargo es transitorio hasta tanto sea cubierto permanentemente por el Consejo de la Magistratura quien tiene el concurso de ese puesto en trámite.
Los dichos del juez de Cámara se desprenden de la carta de renuncia que presentó a la Asociación de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial ante la falta de reacción de dicha entidad por las publicaciones del Presidente de las que también se sumó el titular de la cartera de Justicia, Martín Soria.
“Ustedes no advierten la gravedad institucional de los dichos del Presidente de la Nación -en sus tweets- y de las expresiones del Ministro de Justicia, claramente ofensivos hacia mi investidura y sobre todo falaces -generando una deslegitimación en mis funciones que resultan inaceptables-”, recalcó en su momento Bruglia quien agregó que carece de sentido permanecer en la asociación por sentir a la justicia de una manera distinta a como la perciben.
En una demanda civil por daños y perjuicios prevalece la voluntad del demandante y del demandado para arribar a un arreglo. En la etapa de mediación, ambos son convocados para buscar una solución al conflicto antes de llegar a la instancia judicial. En principio y para llegar a la resolución en dicha instancia, el Presidente tendría que retractarse de sus dichos, pero todo eso está sujeto a su voluntad.
En caso de negativa de ambos, el conflicto escalaría a la etapa de conciliación, en caso que la segunda instancia tampoco se alcanzara un acuerdo, se activaría el juicio civil con un magistrado interviniente que tendrá que analizar los argumentos de las partes para luego tomar una determinación.
Por ahora se desconoce quién representará a Alberto Fernández en la demanda. Por un momento trascendió que iba a ser asesorado por el abogado Gregorio Dalbón, quien asistió a la primera dama Fabiola Yañez en un juicio civil contra el youtuber cordobés Eduardo Prestofilippo. Sin embargo, hasta el momento no hubo un pedido por parte del Presidente para que actúe en su nombre en el marco de la demanda.