Estar de los dos lados del mostrador sigue siendo una característica inevitable en los distintos gobiernos, sin importar ideologías o partidos políticos. Nicolás Caputo, alias “Nicki”, mejor amigo y consejero de cabecera de Mauricio Macri, es un ejemplo. Además de su influencia en la política sobre el jefe de Gobierno porteño y candidato presidencial del PRO, Caputo no para de sumar negocios con el mismo gobierno al que asesora.
PERFIL pudo probar que durante sus dos mandatos, Macri le otorgó a su amigo contratos por casi $ 1.000 millones y que esos negocios vienen creciendo exponencialmente. Esta cifra consta en los registros presupuestarios de la Ciudad, y es sólo una parte de la facturación total de SES SA.
Caputo es un empresario reconocido de la obra pública en el país. Para hacer negocios con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, opera con su constructora Caputo SA. Pero en la ciudad de Buenos Aires ideó una forma de pasar un poco más inadvertido y consigue contratos con SES SA, de la que posee el 50% de las acciones.
Caputo no es sólo un amigo y consejero. Un ministro de la Ciudad tiene una frase para explicar la incidencia del empresario en el gobierno de Macri: “Tengo un jefe grande y un jefe chico”, en alusión a la altura del jefe de Gobierno y a la baja estatura de “Niki”.
SES SA es una constructora, pero acaba de renovar junto con varios de sus socios uno de los contratos más importantes del ámbito porteño: el mantenimiento y limpieza de los hospitales, un negocio denunciado por sobreprecios. El Ministerio de Salud de la Ciudad, que lidera Graciela Reybaud, le entregó a SES más de $ 414 millones por este servicio. Los pliegos tienen una característica particular: en las 36 licitaciones se presentaron las mismas nueve empresas. Son todas miembros de la misma cámara empresarial.
PERFIL recorrió durante el último mes y medio fuentes gremiales, oficiales y empresarias para lograr determinar cómo se distribuye este negocio en la Ciudad. SES SA resultó ser la segunda empresa más beneficiada en estas licitaciones de mantenimiento, obras y limpieza. En abril se llevó cinco licitaciones: el Ramos Mejía, el Dueñas, el Tornú, el Ameghino y el Moyano. Total: $ 414.452.992.
SES no es una empresa de limpieza sino una constructora. Sin embargo, dentro de esos $ 414 millones, la Ciudad le pagará $ 113,4 millones sólo por limpiar durante los próximos cuatro años tres hospitales porteños: el Dueñas, el Ramos Mejía y el Tornú. Lo mismo sucede con una obra emblema de la Ciudad. SES ganó la limpieza y mantenimiento de las estaciones del Metrobus de la 9 de Julio, junto a su socia Planobra SA, por más de 15,4 millones. Ninguna de las dos presta servicios de limpieza.
Desde hace años, SES es una de las dueñas de este negocio y subcontrata a la compañía Uadel SA para realizar la limpieza, confirmaron fuentes del ministerio y del Sindicato de Obreros de Maestranza. El gremio mantiene una pelea legal para conocer cuánto le paga la empresa de Caputo a Uadel por limpiar los hospitales en su nombre. El gremio ya confirmó las sospechas de sobreprecios en este servicio en al menos dos casos similares. Voceros del sindicato aseguraron que denunciaron ante la Justicia y el Gobierno de la Ciudad que las constructoras que ganan el servicio de limpieza luego subcontratan a otra compañía para realizarlo y pagan sólo entre el 50% y el 60% del valor que le cobran a la Ciudad. Oscar Rojas, secretario general del gremio, dijo a este medio: “Es una licitación manejada por estas empresas y el propio Caputo. Casi todas las compañías tienen relación directa o indirecta con este empresario, que parece un monje negro”.
SES ofertó muy por encima de lo que pretendía el Gobierno de la Ciudad. Su oferta es $ 41,3 millones más cara que lo que figura en los pliegos publicados en el Boletín Oficial. Ante la consulta de PERFIL, en el Ministerio de Salud porteño aseguraron que fue la oferta más barata y que los precios debieron actualizarse porque la licitación tardó un año. En la compañía dijeron a PERFIL que preferían no hacer declaraciones.
Un ascenso vertiginoso
Entre 2008 y 2013, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires le pagó a SES SA, la empresa de su amigo y consejero Nicolás Caputo, casi $ 517 millones. Así consta en los registros contables del gobierno porteño a los que accedió PERFIL.
Entre 2006 y 2007, previo a la asunción de Mauricio Macri como jefe de Gobierno, SES SA facturó $ 50 millones a la Ciudad. A partir de la llegada de su amigo, los contratos subieron año a año y en 2012 se duplicaron.
En 2011, el año en que Macri fue reelecto como jefe de Gobierno, SES SA pasó a facturar $ 77,6 millones. Al año siguiente, lo duplicó hasta llegar a casi $ 150 millones.
Las licitaciones que acaba de ganar la compañía de Caputo para el mantenimiento y limpieza de cinco hospitales porteños equivalen casi al mismo monto facturado a la Ciudad por todas las obras de la empresa entre 2008 y 2013. Es la primera vez que se informa esa cifra.