POLITICA
alarma oficial

El protagonismo de Alberto Fernández vuelve a desordenar la campaña

El Presidente defendió a la docente que increpó a un alumno y abrió otra polémica. Reconocen los errores, pero hay optimismo por un resultado favorable en la Provincia.

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Desde el interior. Los funcionarios deberán sumarse a la campaña electoral para mostrar lo hecho durante la pandemia. | Presidencia

“Es que a la pobre mina la crucificaron”, fue la frase con la que Alberto Fernández explicó a su entorno más íntimo la defensa pública que hizo de la docente que increpó a un alumno por criticar al Gobierno. A dos semanas de las elecciones, el Presidente volvió a sacudir la campaña electoral con declaraciones que serían desaconsejadas en cualquier manual de campaña.

La polémica por la celebración del cumpleaños de Fabiola Yañez en plena cuarentena estricta quedó tapada por otra controversia que abrió el propio Presidente con la defensa que hizo de la clase de la profesora Laura Radetich, suspendida por intentar adoctrinar estudiantes en una escuela pública de La Matanza.

“Escuchaba un enorme cuestionamiento a una maestra que se tensa en un debate con un alumno. Yo soy profesor de la UBA hace mucho tiempo. Siempre he dicho que lo más importante es sembrarles dudas a los alumnos. Si esa maestra que discutió tan acaloradamente con el alumno, como consecuencia de esa discusión le puso un 1, merece todo el reproche”, fue la introducción que hizo Alberto Fernández para continuar: “Pero que haya tenido ese debate es formidable. Es un debate que abre las cabezas de los alumnos, es una forma de invitar a discutir, de invitar a pensar y de abrir la cabeza de la gente”.

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Estas declaraciones a Radio Diez volvieron a encender las sirenas de alarma en un Frente de Todos que busca dejar atrás el escándalo por la foto de cumpleaños en la quinta de Olivos que tuvo como protagonista a la pareja presidencial y nueve invitados. Desde hace semanas, candidatos y funcionarios buscan imponer una agenda propia sin éxito, algo que incluso fue pedido del Presidente en la primera reunión de gabinete. Fernández le pidió contar la gestión durante la pandemia.

El jefe de Estado atentó contra su propio pedido al ser entrevistado. Improvisó una defensa de una maestra que en privado sostiene y volvió a generar ruido. El Presidente insiste en continuar con su estilo “desordenado” cuando se trata de enfrentar a los medios. “Es que a la pobre mina la crucificaron”, repitió en el viaje a La Pampa. Volvería a defenderla.

Horas antes, Fernández se solidarizó y pidió investigar la agresión al diputado correntino Miguel Arias, baleado en el cierre de campaña. Pero se refirió al dirigente como “candidato a diputado”. Su hijo Gabriel le contestó: “Mi viejo no es candidato. Ya es diputado hace casi dos años, en el partido que VOS encabezás”. Ambos borraron los tuits.

Fernández desconcierta al propio gabinete, que suele criticar estos movimientos. Las segundas líneas hasta comparten memes en WhatsApp cada vez que Fernández comete un error en su comunicación. “Son Patán en el auto de Pierre Nodoyuna que chocan los dos pero él se ríe”, grafica un dirigente que ve con mayor preocupación los números que pueden dejar las elecciones del 12 de septiembre.

Un intendente del conurbano bonaerense compartió ayer los últimos números de una encuesta en ese territorio. Aseguró que en la Provincia el Frente de Todos apenas bajó 1,5%. “La diferencia contra Juntos pasó del 8% al 6,5%”, detalló ante sus pares. Reconoce que la imagen positiva del Presidente cayó aún más, pero esto no se traduce en una pérdida importante de votos.

Otro dirigente bonaerense aclara: “En mi distrito cayó de 62 a 52 su imagen positiva, un número que aún es envidiable para muchos políticos”. En el oficialismo buscan demostrar que lo que está en juego en esta elección es más importante que la figura del Presidente, que hoy pasa por su peor momento y Fernández lo dijo ayer: “La República, sin ninguna duda, está en juego si ellos vuelven a ganar. Si vuelven a ganar, vuelven los apretadores de empresarios, los apretadores de jueces y los persecutores de opositores”.

El Presidente volvió a apuntar a Mauricio Macri, quien también se subió a la campaña. “En los primeros tres meses que pudimos gobernar, recuperamos en 6 puntos el salario real, pero al tercer mes, cuando nos estábamos recuperando de la pandemia que fue el macrismo, vino la pandemia que azotó al mundo”, dijo.

No dejó pasar la imagen de esta semana en la que el candidato de Juntos por el Cambio Fernando Iglesias fue filmado tocando sus genitales. “Todos nosotros, en el Frente de Todos, nos pusimos el país al hombro en el peor momento. Y siempre nos pusieron palos en la rueda porque están los que trabajamos y están los que se rascan. Nosotros trabajamos”, dijo el Presidente, que se muestra dispuesto a seguir siendo protagonista en la campaña.

 

Un “acto de imprudencia”

 

Después de ser imputado por participar del cumpleaños de Fabiola Yañez cuando regía la cuarentena estricta, el Presidente dijo sentirse “satisfecho” por su presentación ante la Justicia y el ofrecimiento de parte de su sueldo a modo de resarcimiento. El Presidente cobra en mano $ 315.259 y ofreció donar la mitad durante cuatro meses.  

“El festejo del cumpleaños no fue una maniobra dolosa, fue un acto de imprudencia y de negligencia. Yo no esperé ni que me citen ni busqué influenciar a un fiscal ni a un juez ni a un abogado lobbista que me represente. Dije lo que creo que jurídicamente ocurrió y también cómo, según entiendo, debe ser resuelto el caso. Propuse una alternativa con la más absoluta honestidad, que es la de decir, ‘bueno, si ustedes no comparten mi concepto doctrinario, los invito a que pongamos fin a este tema, yo reparo el daño que potencialmente pude haber causado’”. Y agregó: “Es cierto que nadie se contagió, así que ese delito de riesgo difícilmente pueda cuestionarse porque el riesgo no existió”.