POLITICA
Sin reelección

El renunciamiento de Alberto Fernández desde la intimidad: entrega de su candidatura pero no de la lapicera

El jefe de Estado grabó el video anoche. Cristina Kirchner y Sergio Massa se enteraron por las redes. Tiene candidato presidencial y quiere discutir las listas "sin dedo".

Alberto Fernández
Alberto Fernández | Agencia Telam

Al aterrizar en la Quinta de Olivos, Alberto Fernández llamó a sus funcionarios más cercanos. A algunos se los dijo por teléfono y a otros en persona, una vez que llegaron a la residencia oficial. El jueves por la tarde, después de un acto en Mar del Plata, el jefe de Estado le adelantó a su círculo íntimo que anunciaría que no competirá por un nuevo mandato y que grabaría un video esa misma noche.

El video se conoció a través de sus redes sociales. Un 18 de mayo de 2019 Cristina Kirchner anunció con un video que Alberto Fernández sería el candidato a Presidente y casi cuatro años después, también con un video, el jefe de Estado anunció que no irá por la reelección. Corrido ya de la carrera electoral, el Presidente quiere que haya Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. No quiere el dedo de la vice que lo hizo llegar a él a la Casa Rosada y dirá que tiene un candidato.

Tampoco quiere más presiones. Tal como adelantó PERFIL, el kirchnerismo lanzó su primera advertencia semanas atrás: si quería competir, debería hacerlo en todas las categorías. Esto significaba que candidatos como Axel Kicillof en la provincia no irían colgados de su boleta. La otra advertencia llegaría esta tarde en la reunión del Partido Justicialista: tenía que definir ya. El jefe de Estado anoche le adelantó a una persona de su máxima confianza que hoy participaría por videoconferencia del encuentro que los dirigentes kirchneristas estaban esperando para presionarlo.

Alberto Fernández ya había avisado que su decisión se conocería en mayo. Los tiempos se adelantaron, sobre todo, después de una semana cargada de rumores a los que el mercado le prestó demasiada atención. Las versiones de renuncia de Sergio Massa al ministerio de Economía, las medidas económicas que quería implementar el exjefe de Asesores, Antonio Aracre y las internas interminables dentro del Frente de Todos generó una reacción de los mercados que una foto entre Fernández y Massa no llegó a acallar. Había que hacer algo más y Fernández decidió en soledad que eso tenía que ver con hacer pública su decisión.  


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El jefe de Estado sabe que Daniel Scioli también puede bajarse de la precandidatura en una negociación con el kirchnerismo y por eso puso en competencia al jefe de Gabinete, Agustín Rossi. Habla, desde hace semanas, de democratizar el espacio. “Tenemos que ir a una transición”, dice. En la intimidad de la Quinta de Olivos, el jefe de Estado advierte: “Cuando plantean que Cristina está proscripta lo que están diciendo es que nadie puede ser candidato, salvo el que ponga ella. Yo no voy a dejar que eso pase”. El Presidente no quiere entregar la lapicera. 

El jefe de Estado no iba a ir por la reelección si no reunía algunos consensos mínimos. Y en las últimas semanas entendió que no lo había. “Fueron los peores cuatro años de mi vida”, llegó a decir Alberto Fernández en febrero ante los dirigentes más íntimos. El mandatario repasaba su gestión y marcaba logros en medio de una pandemia y una guerra a las que ahora se sumó la sequía.

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Esta decisión sorprendió a sus dos socios. Sergio Massa estuvo en Olivos por la mañana, pero el jefe de Estado no le adelantó nada. Mucho menos a la vicepresidenta, que se enteró por las redes sociales que finalmente no será candidato. Con este escenario, se despeja la posibilidad de un encuentro entre el Presidente y su compañera de fórmula.

También en este escenario algunas miradas se dirigen a Sergio Massa. ¿Es el candidato de unidad? El ministro de Economía esquiva las malas noticias de las que es responsable la cartera que maneja y se mueve más cerca de la política, aunque diga lo contrario. El funcionario promete dólares para la campaña. Pero hay desconfianza y un dirigente evalúa que para asumir “pidió toda la botonera y se la dieron”. Prometió, prometió y los resultados no llegan.  

En las primeras horas después de conocerse el renunciamiento del Presidente, el Senado hizo silencio. "Mesura y respeto a la decisión presidencial", fue la orden que se lanzó desde el sector de la vicepresidencia. Solo Eduardo “Wado” De Pedro habló y dijo que era un paso necesario para ordenar la interna. No dio pistas sobre el movimiento que ahora le toca hacer a Cristina Kirchner.