El sindicalismo se prepara para realizar el primer gran acto gremial bajo el Gobierno de Mauricio Macri. Será la primera acción conjunta de las CGT y las CTA. Habrá cuatro oradores, Pablo Micheli y Hugo Yasky hablarán en primer lugar, luego seguirá Antonio Caló y el cierre estará a cargo de Hugo Moyano. El tema de los despidos y la inflación serán los ejes centrales de los discursos y un texto será leído desde el palco.
El objetivo es que todo el espectro político reconozca el rol del sindicalismo, que se siente relegado por el Gobierno y por la conducción del PJ. También se sintieron ninguneados esta semana por la intervención de Sergio Massa en el debate de la ley antidespidos, porque la propuesta no fue consultada con sus diputados sindicalistas.
Más allá de las intenciones, en las últimas 48 horas la política metió su cuña en la interna sindical. “El acto es de los trabajadores, pero si los compañeros intendentes quieren dar su apoyo no podemos decirles que no”, explicaba el miércoles Caló antes del encuentro de las cinco centrales en la sede de UPCN.
Hasta allí llegaron “para dar su apoyo” los dirigentes del PJ bonaerenses, Fernando Espinoza y Alberto Pérez. El gesto fue rechazado por Luis Barrionuevo y Gerónimo Venegas, que coinciden en su cercanía al gobierno actual y en el rechazo al kirchnerismo. Venegas dijo que “los que fueron oficialistas por 12 años ahora se apuran a ser opositores de un gobierno que lleva cuatro meses”, mientras que Barrionuevo aclaró que él era “del Frente Renovador, no del PJ”. Ninguno de los dos concurrirá al acto, pero tampoco harán declaraciones públicas o intentarán boicotearlo.
Los sectores más afines a la conducción del PJ fueron raudos en aclarar que “todos los apoyos en convocatoria son bienvenidos, pero el palco va a ser 100% sindical”.
Quienes alientan la presencia de militantes movilizados por los intendentes peronistas y presencia de organizaciones sociales –desde el Movimiento Evita hasta Barrios de Pie concurrirán a la marcha–, explican que la convocatoria será clave para que el mensaje llegue. “Queremos mostrar que somos el sector con más capacidad de movilización; más que el kirchnerismo, el PJ y ni qué decir del Gobierno”, explicaron desde uno de los principales gremios.
Según confirmaron a PERFIL tres secretarios que participan del comité organizador, que coordina el moyanista Abel Frutos, el costo de la infraestructura para el palco y la seguridad fue de $ 1,5 millones. Cada una de las cinco centrales aportó $ 300 mil. Sin embargo, este monto no incluye los gastos de traslado y movilización. “Eso está a cargo de cada gremio, cada uno decide cuánta visibilidad quiere tener”.
Camioneros, Uocra, metalúrgicos y los estatales de UPCN son algunos de los gremios que se comprometieron a hacer el aporte más grande de afiliados y contarán con los lugares más cercanos al estrado. Además del gremio emblema del moyanismo, los otros son gremios que están entre los más afectados por despidos.