El impacto global del coronavirus tiene en vilo al transporte. Estados Unidos se sumó a medidas como la suspensión de vuelos que planteó la Argentina, que a partir del miércoles solo repatriará ciudadanos, mientras que las cancelaciones se propagan en los cruceros y también en los buques de carga. El escenario para el turismo es preocupante, según le transmitieron las cámaras del sector al ministro Matías Lammens. Hay en riesgo 100 mil puestos de trabajo. Así, agencias de viaje, el sector hotelero y del turismo en general, pidieron la declaración de la emergencia para la actividad turística. Sobre la evolución del año pasado, más la caída en las salidas tras el impuesto del 30% al dólar para viajes al exterior, para este año se esperaba una reversión del déficit de la balanza turística, que en 2019 fue de US$ 2.100 millones.
Si bien no hay restricciones por el momento para los viajes internos, muchas provincias esperaban una fuerte llegada del turismo del exterior, uno de los sectores que estaba señalado como uno de los importantes proveedores de divisas este año. Tan solo unas semanas atrás el titular de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, había señalado a PERFIL la intención de apostar por el turismo receptivo. “El Gobierno esperaba recibir US$ 6.000 millones por turismo en 2020 que ya no llegarán en ese importe”, agrega Marcelo Elizondo, de la consultora DNI.
El secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, Pablo Biró, advirtió que el sector aeronáutico “va a quedar devastado” después de la crisis. En declaraciones a AM 750, aseguró que “hace un mes” Italia estaba como hoy la Argentina, en alusión al impacto que tuvo en el país europeo con mayor énfasis respecto de otras naciones.
Navieras. Las principales líneas de cruceros como MSC y Costa Cruceros anunciaron la suspensión de servicios hasta abril. En el transporte marítimo de cargas, en tanto, también predomina el impacto del coronavirus. Si bien no afecta a la carga, la situación en los puertos de China y Europa, principalmente, afectó la cantidad de barcos navegando. Según explicó Julio Delfino, del Centro de Navegación, al menos el 10% de la flota mundial no puede cargar o descargar, lo que termina impactando en el tránsito de mercadería a la Argentina. “Se acumula la carga para exportación”, explicó.
