POLITICA
Nicolás Gallo, ex ministro de la alianza

El último amigo de la política que visita a De la Rúa

Va casi a diario al Hospital Austral, donde el ex mandatario está internado desde el 1 de enero. Reproches a la UCR y al Gobierno: “No tengo dudas que si De la Rúa fuese hoy el presidente, visitaría a Macri en el hospital”.

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18 años despues. Gallo fue ministro de Infraestructura y secretario general de la Presidencia. Dice que De la Rúa es un “hombre brillante”. | fotos: cedoc perfil

Rodeado por la familia, olvidado por la política. A pocos días de cumplirse el primer mes desde su internación, Fernando de la Rúa se refugia en su círculo íntimo. Pese a haber alcanzado la cúspide de legitimidad popular hacia fines de 1999, al ex mandatario solo lo acompañan su esposa, Inés Pertiné, y sus hijos, Aíto y Antonio.

Sin embargo, la sala de cuidados intensivos del Hospital Universitario Austral de Pilar registró una única visita política desde el primer día del año: Nicolás Gallo, que fue ministro y secretario general de la Presidencia hasta la caída del gobierno de la Alianza, el 21 de diciembre de 2001, un íntimo amigo del ex presidente radical.

“A Fernando (de la Rúa) lo visité en el hospital en varias oportunidades, sobre todo para poder estar cerca de su familia. Estuve en donde todos deberíamos estar”, le contó Gallo a PERFIL. El ex funcionario de la Alianza criticó con dureza el silencio de las autoridades del gobierno nacional y, en especial, de los miembros de la Unión Cívica Radical: “No me cabe la menor duda de que si De la Rúa fuese hoy el presidente, lo visitaría a Macri en el hospital. Fernando es un ferviente defensor de la institucionalidad. Más allá de su persona, se debería reconocer a la institución que él representa, la de un ex presidente”, arremetió.

La UCR cruzó a Macri por el juez postulado a la Cámara Electoral

“Con el partido es todo muy confuso: ninguna autoridad estuvo presente, una actitud muy contraria a la que hubiese adoptado De la Rúa con sus correligionarios. La UCR piensa que estar cerca de un mandatario que tuvo un final como el de 2001 le puede hacer daño a su imagen. Y ese es un pensamiento tan pequeño que me niego a comprender. Ningún líder puede ser escondido de la historia”, amplió Gallo sobre el hermetismo de los radicales.

Reclamo. Gallo comprende que “De la Rúa es una gran figura de la democracia, que fue acompañado por el voto popular durante varias elecciones” y que, en la actualidad, la sociedad no recuerda sus cualidades. “Es un hombre brillante, dotado de una cultura que ningún otro presidente haya tenido en el país, una formación y preparación académica únicamente semejante a la de Arturo Frondizi. Por más críticas que se pueda tener sobre su gestión, teniendo en cuenta que todos los gobiernos son susceptibles a ellas, De la Rúa representa la cima del sistema democrático”, evaluó.

Además de encabezar la Secretaría de la Presidencia durante los últimos meses de la Alianza, Gallo fue ministro de Infraestructura y Vivienda desde la asunción de De la Rúa hasta octubre de 2000. Previamente, en el retorno a la democracia, Raúl Alfonsín lo designó al frente de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), en donde creó la línea Premetro. En 1987 recayó en la ex ENTel para desarrollar el ambicioso Plan Megatel, que tenía el fallido objetivo de crear un millón de líneas nuevas en el país.

Patricia Bullrich fue a verlo. Patricia Bullrich fue la única funcionaria de Cambiemos que se acercó al Hospital Austral para acompañar a los De la Rúa. “Me pareció honesto ir a verlo”, le confirmó a PERFIL la ex ministra de Trabajo de la Alianza. El último encuentro público entre Bullrich y el radical se produjo el 30 de noviembre de 2018 durante la gala de honor en homenaje a los presidentes asistentes a la cumbre del G20 en el Teatro Colón, donde disfrutaron la función de Argentum desde uno de los palcos oficiales.

Con respecto al estado de salud del ex jefe de Estado, fuentes cercanas a la familia sostuvieron que “atraviesa una evolución positiva, mejorando día a día, a pesar de continuar delicado por ser un paciente de riesgo”.

De la Rúa, de 81 años, ingresó al Austral la madrugada del primer día del año con un “cuadro de infección respiratoria” que “agravó dolencias cardiovasculares previas”, tras lo que se le proporcionó un “tratamiento antibiótico” y se le realizó “una angioplastia coronaria para asistir a su corazón”.