¿Quién vino de la Patagonia, simpatiza con el kirchnerismo, sabe mucho sobre el negocio del juego y ahora está impulsando apuestas online para partidos de fútbol? Si respondió “Cristóbal López” estuvo muy cerca de acertar. La respuesta correcta es Roberto López, el presidente de Lotería Nacional del Estado y uno de los hombres del Gobierno más cercanos al poderoso multi-empresario.
Este funcionario no sólo tiene una excelente relación con el “zar del juego”. Su biografía personal tiene muchos puntos de contacto con él: fue amigo de Néstor Kirchner, lo conoce a Lázaro Báez, mantiene un buen vínculo con Carlos Zannini, estuvo involucrado en denuncias de irregularidades y –sobre todo– en los últimos años tomó decisiones que beneficiaron al empresario con su mismo apellido.
El otro López del juego también empezó su carrera en el sur argentino. Fue en la ciudad de Río Gallegos, donde comenzó a ejercer su profesión de contador. El primer dato sorprendente es que militaba en la Unión Cívica Radical. Y que en 1987, compitió en las elecciones con el propio Kirchner, quien le ganó por un centenar de votos.
A pesar de todo, con el tiempo, logró trabar una buena amistad con Néstor. Tan buena, que cuando “Lupo” llegó a gobernador, le otorgó un puesto importante en el Banco de Santa Cruz. Durante dos años, fue uno de los integrantes del directorio. Entonces conoció a Báez, que trabajaba ahí como empleado y era otro hombre de confianza de Kirchner en la entidad.
En 2004, pegó el salto a Buenos Aires. El entonces presidente necesitaba un funcionario fiel en Lotería Nacional, que maneja los millones de pesos que el Estado recauda por las apuestas. Así fue como López llegó a la presidencia de ese organismo, que depende del Ministerio de Desarrollo Social, dirigido por Alicia Kirchner.
Con casi sesenta años, todavía tiene su corazoncito en la UCR. Cuando ya era funcionario kirchnerista, se ubicaba dentro de los “radicales K”, de la Concertación Plural. Esa agrupación era impulsada por Carlos Zannini. De esta manera, hizo buenas migas con el principal consejero de la Presidenta.
Desde su puesto en Lotería Nacional, trabó un estrecho vínculo con Cristóbal López. En 2007, redactó un informe técnico que justificó un famoso decreto de Néstor Kirchner, que amplió sus tragamonedas en el Hipódromo de Palermo.
No fue el único acto controvertido. Poco después, lanzó una licitación para la captura de datos, que la Justicia frenó en 2009 por sospechas de estar “direccionada” a Tecnoacción, una firma de Cristóbal. Y ahora, está trabajando en un borrador para regular las apuestas deportivas. Casualmente, el emprendimiento donde está clavando la mirada el hombre de negocios preferido de la Casa Rosada.