Ramón Mestre subraya una y otra vez su pertenencia a Cambiemos. El intendente de la capital cordobesa busca resaltar que su voluntad de ir a una interna por la gobernación, contra el diputado Mario Negri, no encierra un desaire al macrismo. Así, le responde a quienes lo acusan de ser funcional a la reelección de Juan Schiaretti.
—¿Qué surgió de la audiencia convocada por la Justicia Electoral?
—No resultaba necesaria y es ajena al tema de fondo: si se hace o no la interna. Esto les sirve a los que no quieren hacerla para demorar un poco más. A los cordobeses no nos gusta que se imponga una decisión con el dedo desde Buenos Aires.
—¿Qué pasa si la jueza declara nula la elección del 17?
—No queremos que se rompa Cambiemos. La UCR puso todo para su constitución. Lo más razonable es que se vote: el que gana conduce y el que pierde acompaña. Pero si no hay compulsa, eso implicaría que Cambiemos no tiene razón de ser. Y en ese caso el radicalismo estaría en condiciones de competir.
—¿De la mesa nacional de Cambiemos puede surgir una solución?
—Es importante el diálogo. No tenemos problemas en ir, aunque todavía no nos invitaron. Pero todos habíamos acordado ser parte de la interna. La democracia deja de funcionar si uno quiere ganar sin competir. El dedo no es democrático. Es cómodo, pero no democrático.
—¿El dedo es Macri?
—Es una situación construida desde una orientación nacional, no desde Córdoba. Nuestra lista fue conformada en la provincia.
—¿El Gobierno apuesta por Negri?
—El PRO está en la lista de Negri, con Baldassi como su máxima expresión. También sus candidatos a legisladores están ahí. Nuestra lista es más bien radical.
—Negri argumenta que no hay tiempo para organizar una interna. ¿Es así?
—La elección está garantizada. La logística privada solo es necesaria en las PASO. Hay fiscales de sobra. Un antecedente es la elección entre De la Rúa y Fernández Meijide. Se puede hacer. Pero hay un capricho por parte de ellos.
—El Gobierno plantea que Negri puntea las encuestas.
—No tenemos esa información. Y cuando hay paridad, la interna es la forma de resolver. Algunos se han cansado de hablar de generosidad, pero son soberbios. Vamos y votemos. Córdoba necesita cambiar, tras 20 años de populismo de Schiaretti.
