El presidente Mauricio Macri vivió días agitados el último mes con el recorrido de "Sí, se puede" por 30 ciudades de todo el país, que incluyó la masiva marcha del 19 de octubre frente al Obelisco y terminó este jueves con el cierre de campaña en Córdoba. Por eso, el jefe de Estado optó por transitar los últimos dos días previos a las elecciones generales del domingo 27 de octubre a un ritmo más relajado y familiar.
Ya iniciada la veda electoral, el candidato presidencial de Juntos por el Cambio tuvo una agenda reducida el viernes, sin actividades oficiales. Al mediodía, Macri participó del habitual almuerzo que organiza el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en Olivos con ministros y otros funcionarios.
Este sábado, el mandatario se trasladó a su quinta de Los Abrojos, en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas, donde suele pasar sus días de descanso. Allí aprovechó para jugar al fútbol con amigos y relajarse junto a su mujer Juliana Awada y su hija menor Antonia. Según pudo saber PERFIL, el único funcionario que pasó por la quinta fue el secretario Legal y Técnico de la Nación, Pablo Clusellas.
Macri intentó transmitir su optimismo a los ministros con un asado en Olivos
Mañana al medio día, Macri irá a votar en la Escuela N° 16 Wenceslao Posse, en la calle Juncal 3131. Luego de cumplir con el sufragio, irá a la residencia de Olivos a la espera de la finalización de los comicios.
Luego de conocer los primeros datos de las mesas testigo de Juntos por el Cambio, el mandatario irá al búnker en Costa Salguero para esperar los datos oficiales junto a los candidatos y dirigentes de su espacio.
A dos días de las elecciones, Macri pasó la jornada en la Quinta de Olivos
El viernes estuvo marcado por una nueva suba de la cotización del dólar y Macri, desde Olivos, recibió información suministrada por el Banco Central y el Ministerio de Economía para estar al tanto de la volatilidad cambiaria. Desde la quinta presidencial, el mandatario se puso al tanto de todos los detalles del operativo que desplegará Juntos por el Cambio para fiscalizar los comicios. En ese sentido, trascendió que los funcionarios vieron a un Macri sonriente y aún confiado en la posibilidad de forzar un balotaje frente a Alberto Fernández tras la dura derrota en las PASO, votación que en caso de ser necesaria, se realizará el domingo 24 de noviembre.
ED/FF