El 2007 llegaba a su fin y Mauricio Macri aún no había asumido como Jefe de Gobierno en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, llegó el primer paso atrás para la gestión PRO: el editor y titiritero Luis Rodríguez Felder, candidato al Ministerio de Cultura, fue obligado a dar un paso al costado. Las polémicas declaraciones de Felder días antes de asumir fueron suficientes para que Macri vuelva atrás.
Lamentablemente para el jefe de Gobierno, esta no fue la única de una serie de cambios, renuncias, expulsiones que la gestión del PRO experimentó durante estos dos años de mandato. A pesar de que por un tiempo en los niveles más altos las dimisiones frenaron, continuaron en capas inferiores. Durante 2008 se fueron de la órbita del Ministerio de Ambiente y Espacio Público el subsecretario de Espacio Público, Carlos Tramutola; el subsecretario de Higiene Urbana, Gustavo Grasso; el director general del Reciclado, Pablo Fornieles; el del Jardín Botánico, Carlos Cosentino; la coordinadora del parque Tres de Febrero, Mariana Brea, y el jefe de gabinete de esa área, Fabián Rodríguez Simón.
En julio de aquel año, Macri presentó un proyecto para un registro "online" de los empleados en el cual debían detallar información de sus adicciones. Por las críticas, dio marcha atrás. En agosto volvió sobre sus pasos con otra polémica designación al buscar ubicar a Daniel Galleano al frente del Hospital Garraham. Lo inédito era que Galleano había trabajado durante 26 años para la tabacalera Massalin Particulares S.A. Las críticas no se hicieron esperar y el jefe del PRO se arrepintió.
El 2009 tampoco fue sencillo, sobre todo por la renuncia de Jorge "Fino" Palacios. El ex comisario estaba complicado por un inminente procesamiento en la causa AMIA. Si bien tanto Macri como el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, lo defendieron hasta el final, no lograron evitar que se vaya.
Esuchas incómodas. El escándalo desatado por las escuchas ilegales realizadas por un policía federal que había sido contratado por el Ministerio de Educación fueron uno de los dolores de cabeza más fuertes para Macri y su equipo. El primero que dio un paso al costado fue el por entonces subjefe de la Policía Metropolitana, Osvaldo Chamorro, ya que tenía información, entre otros, de Rodríguez Larreta
Otro de los funcionarios que debió dejar su cargo fue el ex ministro de Educación, Mariano Narodowski. Si bien logró salir airoso de los recortes de becas estudiantiles, nada pudo hacer cuando se desató el escándalo de las escuchas. Días antes de declarar ante la Justicia, presentó su renuncia.
El 10 de este mes, Juan Pablo Piccardo dejó el Ministerio de Ambiente a Diego Santilli. Ese mismo día juró Abel Posse. Pero el flamante funcionario duró sólo 12 días en su cargo. Un día después de su asunción escribió una editorial que generó polémica en los sectores progresistas del país. Las presiones sobre su figura hicieron que presentara ayer por la noche su renuncia. En su lugar asumió Esteban Bullrich.
Si bien no es una renuncia, sí se trata de un cambio importante el alejamiento de Gabriela Michetti como vicejefa para ir a ocupar una banca en la Cámara de Diputados.
