Lo más lejos posible. Ese parece haber sido el mensaje de Mauricio Macri a sus armadores de campaña, ya que, a 48 oras de las PASO, no estará en la Ciudad de Buenos Aires.
Es que el precandidato del PRO busca, con cierta coherencia, pasar desapercibido desde que comience la veda en la Capital Federal para no arriesgar más votos en caso de que Horacio Rodríguez Larreta, a quien respaldó al principio de la campaña, no resulte vencedor en la interna con Gabriela Michetti.
Por eso, el jefe de gobierno porteño viajará mañana temprano rumbo a Córdoba para presentar la fórmula serrana junto al titular del radicalismo, Ernesto Sanz. Allí se sacará una foto con el binomio Oscar Aguad (UCR) - Héctor Baldassi (PRO) para impulsarlos en la contienda electoral del próximo 5 de julio, ya que por decisión del gobernador José Manuel De La Sota no habrá internas.
Horas más tarde irá a Chaco para brindarle su apoyo a la radical Aída Ayala. "Todo esto estaba pautado de antemano, no es que se decidió sobre la marcha", explicó un operador a Perfil.com.
Lo cierto es que Macri ya perdió terreno por la dura interna entre sus dos posibles sucesores en la Ciudad. "El 27 todos vamos a estar trabajando para Mauricio Presidente", dijo un armador porteño a este portal para graficar la tensión que se vive a 48 horas de la primera interna del PRO en la historia.
Massa al interior. El diputado del Frente Renovador y candidato presidencial estuvo en San Juan para lanzar a su candidato en esa provincia: Roberto Basualdo. También se sumó el puntano Adolfo Rodríguez Saá y mañana haría lo propio De La Sota, por lo que todo indica que los tres avanzan para competir dentro del mismo espacio en las PASO.
