POLITICA
Achicar la diferencia

En el Gobierno ya barajan estrategias para octubre

En la Rosada esperan revertir la diferencia entre su candidato y el del Frente Renovador con una batería de anuncios que impacten en los bolsillos.

Sonrisas. En el Intercontinental hubo caras serias debajo del escenario y optimismo arriba.
| Cedoc.

En la Casa Rosada se preguntaban anoche qué hacer para revertir el resultado en la elección general, para la que faltan apenas dos meses.

Allí el intendente de Tigre, Sergio Massa, puede atraer el “voto útil”, robando votos del electorado de Francisco de Narváez y quizás de alguna otra fuerza, ampliando aún más su ventaja.

Los cañones están apuntados a apoyarse en la economía. Según dijeron a PERFIL funcionarios kirchneristas, está previsto que en el último trimestre los números favorezcan al Gobierno.

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Cristina Kirchner se guarda bajo la manga anuncios que pueden impactar en el bolsillo de los argentinos, y espera que los aumentos de salarios, que se empiezan a cobrar en estas semanas, vuelquen la intención de voto. Pero el camino que tiene por delante es muy complejo.

La estrategia del kirchnerismo incluye inculcarle al electorado que si votan otras opciones correrán riesgos los “logros” de la gestión, como la Asignación Universal por Hijo, la movilidad jubilatoria, la recuperación de YPF y de Aerolíneas Argentinas, entre otras cosas.

El discurso de la presidenta anoche, en el búnker K, dejó trascender que el Gobierno no va a modificar ni un milímetro el discurso ni el rumbo que tomó en la campaña para las primarias. Una de las apuestas es que Martín Insaurralde, el primer candidato a diputado nacional, siga sumando conocimiento y en su defecto, votos.

“Todavía hay un 20 o un 25 por ciento del electorado que no te conoce”, lanzó la jefa de Estado, alzando su mano. La prueba de que el Gobierno no se correrá de su estrategia la cristalizó CFK desde el escenario montado en el hotel Intercontinental: “Hay que redoblar el esfuerzo”, pidió, mientras los militantes la aplaudían. Funcionarios del gabinete reconocían anoche que había que ajustar las clavijas en distritos del Conurbano que históricamente fueron favorables al kirchnerismo, como Merlo y Moreno.

“En Moreno, perdimos por 15 puntos. Ahí Mariano West se tiene que poner a trabajar fuerte”, precisó uno de ellos en diálogo con PERFIL. Ese mismo funcionario reconoció que, como el Ejecutivo no moverá su rumbo, puede sufrir otra derrota, aún peor, a manos de Massa dentro de dos meses. Anoche, Cristina recordó la derrota de 2009, de la que el kirchnerismo se repuso dos años después con un triunfo aplastante.

Quizás den por perdida esta partida, pero no la sucesión por 2015, aunque sólo sea una mera expresión de deseos y no una realidad.