POLITICA
Tensin en el noreste

En la batalla campal chaqueña, los vendedores llevaban remeras de la mujer de Capitanich

Ambos dicen que volverán a la peatonal y hubo amenazas de muerte a la intendente. La estrecha relación del peronismo con los puesteros.

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| Cedoc

Los incidentes que estallaron la semana pasada en Chaco entre vendedores ambulantes y empleados municipales sorprendieron a todos, no sólo por la virulencia del enfrentamiento, sino también por la pasividad de la policía.

Lo cierto es que la ciudad de resistencia vive una lucha entre estos actores desde hace un par de meses. De hecho, la semana pasada dos inspectores municipales fueron agredidos mientras cumplían su deber en las calles, lo que provocó la furia del sindicato municipal.

Por eso se desató la gresca el viernes por la mañana, en la cual la policía sólo intervino cuando ya casi había terminado. ¿Por qué no estaban si el día anterior los dirigentes de los municipales habían anunciado que iban a desalojar a los vendedores ambulantes como si fueran ilegales?

Fuentes consultadas por Perfil.com aseguran que hubo "zona liberada". Pero también circulan versiones de que el sector del PJ que los venía apoyando en su reclamo laboral, ya no les servían y les "soltó la mano".

En medio de la batalla campal, muchos puesteros llevaban una remera de Sandra Mendoza, esposa del gobernador Jorge Capitanich. La misma que lucía semanas atrás, en una marcha multitudinaria del peronismo hacia la casa de Gobierno para apoyar al ex ministro, Jorge Alcántara.

Parecía, además,  que la Justicia no podía tocar a los vendedores ambulantes. Eso fue hasta el jueves pasado, la víspera de la pelea, cuando una jueza libró una orden de desalojo con plazo de 24 horas, coincidiendo con los cambios de gabinete de Capitanich.

Hace un par de meses, los puesteros se representaban solos. Hasta que apareció en escena Juan "pelado" Rossi, un protagonista durante el conflicto del gobierno con el campo: junto a dirigentes camioneros, encabezó un contra-piquete en la ciudad de Makalle para detener a una caravana de ruralistas que venían a protestar a Casa de Gobierno.

En un principio, Rossi apareció como una especie de asesor de los vendedores, pero con el tiempo se convirtió en su dirigente, y terminó al frente de la protesta. Fuentes consultadas por Perfil.com dicen que fue él quien los acercó a sectores del gobierno de Capitanich. De ahí su apoyo y su presencia en marchas del PJ.

"Esto recién empieza", anunció el dirigente municipal Jacinto Sampayo, tras el enfrentamiento del viernes. Por eso, un ambiente de temor reina en el microcentro de Resistencia. Muchos comercios atienden con las rejas bajas, a puertas cerradas o con guardias en la puerta.

Aunque el sábado autoridades municipales y del gobierno provincial se juntaron para coordinar los pasos a seguir, todo parece muy lejos de terminar. Ambas partes amenazaron con volver a la peatonal. La intendenta Aída Ayala y miembros de su gabinete, por su parte, recibieron amenazas de muerte en sus teléfonos personales.

Ayala se reunió con su gabinete para evaluar los próximos pasos y repudiar todo tipo de violencia. Al igual que el gobierno provincial, que adelantó que hoy empezarán a mudar a los vendedores a un local que les habría prometido, para que salgan de la peatonal sin perder sus fuentes de trabajo.