Claudio Cirigliano, dueño de Trenes de Buenos Aires (TBA) y recientemente detenido por la tragedia ferroviaria de Once en la que murieron 51 personas, culpó al maquinista Marcos Antonio Córdoba por el accidente que se debió, según él, a una "falla humana".
Acompañado por su abogado defensor Juan José Sforza, Cirigliano declaró durante dos horas ante el juez federal Claudio Bonadio, y seguirá detenido por presunta obstrucción de la Justicia, ya que fueron retirados de TBA documentos contables que se necesitaban para la pericia sobre los subsidios.
En su declaración oral ante el juez, el empresario aseguró que no gestionó los subsidios del gobierno a TBA y deslindó cualquier responsabilidad personal en el "área de material rodante e infraestructura" de la compañía.
Luego se negó a contestar preguntas del tribunal y de su defensa, y anunció que ampliará su declaración más adelante, informaron fuentes judiciales a la agencia DyN.
Cirigliano negó toda responsabilidad en la la tragedia de Once, ocurrida el 22 de febrero pasado, cuando una formación del Ferrocarril Sarmiento chocó en la estación cabecera y provocó la muerte de 51 personas y dejó a más de 700 heridos.
El empresario cuestionó además la imputación por los delitos de estrago culposo, administración fraudulenta y asociación ilícita. También sostuvo que es presidente de Cometrans, controlante de TBA, y que no manejaba las áreas de la compañía vinculadas al funcionamiento y mantenimiento de los trenes.
Luego apuntó contra el maquinista Marcos Antonio Córdoba al sostener que la tragedia fue consecuencia de una "una falla humana" porque los frenos de la formación funcionaban, según concluyeron las pericias.