POLITICA
reuniones secretas

En medio de la crisis, la gobernadora afina contactos con el mundo sindical

Ante la delicada situación social y de empleo en la Provincia, Vidal se reunió en diciembre pasado con líderes gremiales. Y prepara un nuevo encuentro a fines del mes próximo.

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Vidal. Busca acercarse a los sindicatos antes de las elecciones. | cedoc perfil

El viernes 21 de diciembre pasado a la noche la terraza de la parrilla Casa Rojas, en Caballito, se transformó repentinamente en un búnker sindical: unos diez gremialistas de la CGT fueron invitados a un encuentro con la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. Con total hermetismo, y en un marco cordial, la gobernadora llegó al encuentro junto a su jefe de Gabinete, Federico Salvai, y el ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas. Vidal suele tener dos días libres en la semana cuando su ex marido, el intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, se queda al cuidado de sus tres hijos.
En este contexto, el asado, distendido, se extendió varias horas y la gobernadora tuvo trato directo con sindicalistas de la talla de Carlos Acuña (del gremio de empleados de Estaciones de Servicio y hombre fuerte de la CGT). José Luis Lingeri (de Obras Sanitarias y de buen diálogo con la Casa Rosada), el moyanista Juan Carlos Schmidt (Dragado y Balizamiento), Guillermo Mosser (Luz y Fuerza), Carlos Frigerio (Cerveceros), Agustín Amicone (Calzado), Juan Pablo Brey (Aeronavegantes) y Jorge Sola (Seguros).
Según las fuentes oficiales y sindicales hubo un clima ameno y por supuesto buenos cortes de carne, ensaladas, acompañados por vino tinto, Coca light y agua. “La reunión tuvo como objetivo afianzar los lazos que tenemos con los gremios, en la Provincia tenemos diálogo permanente con ellos, y queremos sostener esa buena sintonía”, le cuenta a PERFIL uno de los funcionarios que, si bien no estuvo en el encuentro, mantiene un asiduo vínculo con los sindicatos.
Entre ellos también se puede agregar a la UOM de Antonio Caló, los gremios de empleados estatales –sin los docentes claro está–, la Uatre, de Ramón Ayala y, en general, los industriales.
Las reuniones no son aisladas. También sin fotos, Vidal prepara un nuevo asado a fines de abril al que se sumarán otros pesos pesados. Por caso, estarán invitados Sergio Sasia, de Ferroviarios, Ricardo Pignanelli, de Smata, y Gerardo Martínez, de la Uocra.
Aunque a Vidal no le divierten las “reuniones de rosca”, asegura entre sus íntimos que es importante no descuidar la relación con actores sindicales claves en un contexto de crisis económica y problemas de empleo. La delicada situación social de la Provincia es un tema recurrente para el gabinete bonaerense.
De hecho, el ministro Villegas viene trabajando en Centros de Formación Laboral con más de diez mil cursos gratuitos que se dictan de manera conjunta con los sindicatos de todo tipo ya que las clases van desde informática, gastronomía y hotelería pasando por indumentaria, metalúrgica y metalmecánica, entre otras. Menos tiene para mostrar Javier Tizado, el ministro de Producción, quien sigue sin poder controlar el área de Puertos, cuya gestión está siendo monitoreada con lupa.
En La Plata trazan una fuerte diferenciación entre los sindicalistas históricos que “aportan al sector productivo” y aquellos que se enriquecieron y colaboraron para subir los costos. En esta última tanda se ubican dos que cayeron presos fruto del trabajo, oculto, de los funcionarios bonaerenses: Marcelo Balcedo, del sindicatos Soeme, y el Pata Medina, de la Uoacra La Plata.