La CGT definirá este jueves si lanza un paro de 36 horas en noviembre o elige mantener latente la amenaza, y prolongar la definición a la espera de un gesto conciliador del Gobierno. Durante la semana, hubo algunas tensiones internas por las declaraciones de Carlos Acuña, el representante de Luis Barrionuevo en la conducción bicéfala de la central.
“Seguramente a mediados de noviembre se va a convocar a un paro general, posiblemente por 36 horas con movilización”, dijo Acuña en declaraciones a El Destape. Muchos portales lo titularon como un hecho consumado. “Nos enteramos en los medios que vamos al paro, que va a ser en noviembre y de 36 horas; eso no es lo que acordamos en mesa chica”, disparó un dirigente clave de la central en diálogo con PERFIL.
Admitió, sin embargo, que había un acuerdo previo para comenzar a blandir la amenaza de una nueva medida de fuerza pero insistió en que la decisión no estaba tomada. “Vamos a ver la semana que viene, cuando se reúna el consejo directivo”, concluyó.
Otro dirigente que integra la mesa chica también puso paños fríos al aclarar que aún no se había construido el “consenso necesario” para garantizar el éxito de la medida.
Algunos referentes trasladaron su enojo a Héctor Daer porque entendieron que las últimas declaraciones de Acuña, su compañero en la conducción, habían dado a entender que la realización de la quinta huelga general contra el gobierno de Mauricio Macri había sido confirmada. Dos integrantes de la comisión directiva, el órgano que puede convocar al paro, consultados por este medio restaron importancia a estas
diferencias internas y anticiparon que la próxima reunión será el momento de la definición.