Ni siquiera el funcionamiento contrarreloj del Congreso para votar una ley que limite el beneficio del 2x1 logró cerrar las puertas del Ministerio de Justicia para los lobistas de los condenados por delitos de lesa humanidad. En las 48 horas previas a la movilización que encabezaron los organismos de derechos humanos para rechazar la decisión de la Corte Suprema de Justicia, el ministro Germán Garavano y sus hombres se reunieron con abogados y lobistas de represores, quienes realizaron gestiones contra un juez de la causa ESMA y pidieron la libertad del ex militar Emilio Nani, que acaba de ser detenido en Mar del Plata.
El primer encuentro fue el lunes pasado. “No tuvo que ver con el tema de las domiciliarias ni con el 2x1. Es por un tema que tenemos con un juez del Tribunal Oral Nº 5, Daniel Obligado, que se fue de viaje a fines de abril, aunque la Cámara de Casación y la Corte Suprema le habían dicho que no podía. Pero no estoy autorizado a decir con quién nos reunimos”, detalló el abogado Sebastián Olmedo Barrios a PERFIL. El letrado representa a varios represores condenados en otras causas, que ahora enfrentan un nuevo juicio por crímenes cometidos en la ESMA contra 798 personas.
Esa reunión, a la que fueron los abogados Olmedo Barrios y Guillermo Fanego, está rodeada de misterio. Los abogados se niegan a decir a quién vieron y los hombres de Garavano y los de Claudio Avruj se pasan la pelota: los primeros niegan que los haya recibido Siro de Martini, asesor jurídico de Garavano en cuestiones relativas al derecho internacional de los derechos humanos, quien habría viajado especialmente hacia allí desde las oficinas en el Ministerio de Justicia. Dos fuentes consultadas por este diario aseguran que se reunieron con él. Los hombres del secretario de Derechos Humanos dicen que los abogados no se vieron con “nadie de la Secretaría”.
Con Garavano. La otra reunión se realizó el martes, un día antes de la movilización a Plaza de Mayo. El ministro Garavano recibió al escritor y lobista de represores, Sebastián Miranda, y a Carlos Romero, titular de la “Comisión Homenaje a Policías y Ciudadanos Muertos por la Delincuencia”. Ambos le pidieron por el ex teniente coronel Nani, detenido en una causa por delitos de lesa humanidad que encabeza el juez Santiago Inchausti.
“Le hicimos saber nuestro sentimiento y el de muchos argentinos respecto a los presos políticos, la inseguridad y especialmente lo referido a la detención infundada del teniente coronel Nani y Luis Abelardo Patti, entre otros”, escribió Romero en un posteo de Facebook. Miranda precisó que la reunión duró “45 minutos” y desde el Ministerio de Justicia confirmaron el encuentro.
Para expresar su agradecimiento, Miranda publicó el mismo martes una carta en el portal Prisionero en Argentina, que gestiona Fabián Kussman, hijo de un represor. Por alguna razón decidieron sacarla de circulación unos minutos después. Finalmente, el texto volvió a ser publicado el jueves. “Quedamos en contacto y nos llevamos una buena impresión”, destacó Miranda.
Desde esa página, que funciona como una propaladora de acusados y condenados por crímenes humanitarios, Kussman siguió la detención de Nani de principio a fin. Varias notas sobre el tema incluyen audios provistos por Nani, con música de fondo: la canción de Rocky IV o la de Piratas del Caribe.
Durante el encuentro con Garavano, Miranda se lamentó de que se acuse a Nani “por supuestas violaciones a los DDHH”, justo a él, que “optó por la reconciliación”. Y aclaró que le pidió su intervención “como una de las máximas autoridades de la Justicia argentina”.
Al final de su carta, Miranda –autor del libro Los secretos de La Tablada–reiteró su hipótesis sobre el ataque a ese cuartel: la Coordinadora Radical participó en la organización del copamiento. Sobre esa base, le dijo a Garavano: “Tiene la posibilidad de seguir con el relato y las acciones que dividen a los argentinos y nos empantanan en un pasado doloroso o llevarnos al destino de unidad y grandeza que todos esperamos”.