Antes de declarar en el caso Nisman ante la fiscal Viviana Fein, Elisa Carrió deberá ratificar otra denuncia justo frente a la jueza Sandra Arroyo Salgado. Las causas no están conectadas, pero la llevarán a sentarse frente a frente con las dos mujeres que tienen diferencias por el curso de la investigación por la muerte del fiscal del caso AMIA.
El martes 4 de mayo, Carrió deberá presentarse en la fiscalía de Fein para ampliar la información que presentó en un escrito hace unos días, en el que sostenía que tenía datos para aportar a la investigación. Según pudo averiguar PERFIL, la diputada de la Coalición Cívica buscará sustentar la hipótesis que viene defendiendo: que a Nisman lo asesinaron los servicios de inteligencia iraníes, con apoyo de los venezolanos y respaldo del jefe del Ejército, César Milani, y la Policía Federal “liberada por Aníbal Fernández”. Carrió cuenta con información local y de fuentes del exterior, de las cuales espera que también puedan agregar documentación que sirva para fundamentar su hipótesis. Precisamente ayer, Carrió les mandó un mensaje: “les digo a Milani y a Aníbal Fernández que no me toquen”.
Por otro lado, la diputada también tiene en la mira dos aspectos del plano local: la empresa de seguridad de la torre Le Parc donde vivía Nisman, y el trabajo de los custodios y la Policía que generaron lo que denomina como una “zona liberada”. Precisamente, ocho de los diez efectivos que debían proteger al fiscal también fueron citados por Fein para brindar más detalles.
Sobre la empresa de seguridad existen sospechas sobre si se trata de una de las firmas que la Secretaría de Inteligencia utilizaba como cobertura para diversas operaciones y triangulaciones financieras. Carrió ya lo expresó en la sesión de fines de febrero en la Cámara de Diputados, cuando se trataba el proyecto de modificación de la ex SIDE. Allí sostuvo que la empresa Seguridad Integral Empresaria SA fue creada en septiembre de 1982, a finales de la dictadura, por Mario Caserta –“que después fue condenado por narcotráfico en la época de Carlos Menem”– y el marino Juan Gabriel Antonio Garatea. En 2003 su presidente pasó a ser Martín Toro. Según relató Carrió, Toro tenía vínculos con Leopoldo Galtieri, y el propio Horacio Verbitsky dijo que Caserta era personal de la SIDE. En la actualidad, además, el director de la empresa es Rafael Ceferino Serra: su padre era cercano a Emilio Massera. “Va a ser una declaración fuerte”, anticipan cerca de Carrió.
Pero antes de visitar a Fein, el próximo martes tiene previsto recibir en su despacho a Arroyo Salgado, ex mujer de Nisman. En este caso, la jueza –con la que no tendría una buena relación– le pedirá que ratifique una de las denuncias que presentó vinculando a Sergio Massa con supuestos casos de narcotráfico.
