Graciela Fernández Meijide, madre de un joven estudiante desaparecido durante la última dictadura militar argentina y dirigente política con un largo antecedente de cargos en la función pública, lanzó una ampliación y actualización de su libro "La Historia Íntima de los Derechos Humanos en la Argentina", en donde introduce, entre otros capítulos, la polémica que nunca pareciera acabar con respecto a la cifra de los desaparecidos durante aquel violento gobierno de facto.
Si bien Fernández Meijide ya defendió muchas veces los números de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) que supo integrar y que cuestionan el número de 30 mil víctimas, en su capítulo "La polémica por el número de desaparecidos", aclara que "el número de víctimas, hayan sido estas 10 mil , 20 mil o 30 mil, no disminuye un ápice el horror de los crímenes cometidos, su trascendencia histórica y social, su afrenta a toda forma de derecho y civilización".
Dicho eso, comienza a narrar que, por testigos directos, "refugiados argentinos en España al principio de la dictadura" y sus propias experiencias viajando por Europa para conseguir apoyo internacional en aquella época, tiene la certeza de que "el número de 30.000 desaparecidos fue una convención utilizada para comunicar y movilizar a la opinión pública internacional sobre la tragedia que se vivía en Argentina".
¿Cuántos desaparecidos dejó la dictadura? La duda que alimenta la grieta argentina
Más adelante, comenta su creencia y sospecha de que los números reales y "la verdad" sólo la tienen las Fuerzas Armadas en sus servicios de inteligencia militar, en algún archivo, si es que no fueron destruidas. Pero garantiza que esos documentos por lo menos existieron debido a la burocracia y rigurosidad de dicho organismo estatal.
Meijide vuelve a tocar las cifras y aporta los números que, según cuenta, tiene actualmente la Secretaría de Derechos Humanos: "El Registro Unificado de Víctimas de Terrorismo de Estado (Ruvte) enumera un total de 8631 víctimas del terrorismo de Estado, durante un período amplio que va de 1966 a 1983. El 89% de esa cifra, 7636 casos, corresponden a los crímenes cometidos en el período 1976-1983".
Para un organismo oficial, los desaparecidos fueron 6.348
Además, suma 3432 casos de torturas y secuestros que no terminaron en desaparición u homicidio y agrega que posiblemente hay muchos más casos de esos que aún no fueron registrados.
Sin embargo, deja una crítica a quienes cuestionaron la cifra de los 30 mil desaparecidos porque, según entiende, no colaboran con el esclarecimiento de una historia que aún no se terminó de conocer por completa y debe ser estudiada por especialistas.
J.D. / C. P.
