Con una voz quebrada en muchos pasajes y al borde del llanto, la Presidenta expresó en un mensaje grabado por cadena nacional que la muerte de su esposo Néstor Kirchner le produjo "el dolor más grande de su vida", pero aclaró que no es el momento "más difícil" de su carrera política para mostrarse firme al frente del Gobierno.
Vestida de negro, Cristina expresó que "he leído que este es mi momento más difícil. En realidad es el momento mas doloroso. Yo he tenido en mi vida política y en mi gobierno muchísimas dificultades y adversidades (...) Pero el dolor es otra cosa", fueron sus primeras palabras en público luego de perder a su " compañero de vida, de lucha y de ideales durante 35 años", según recordó emocionada. "Una parte mía se fue con él, está en Río Gallegos", siguió.
La Jefe de Estado, acostumbrada a las extensas alocuciones, sólo habló cuatro minutos y medio. El mensaje fue grabado, según explicó, a las 17.40 antes de recibir las credenciales de embajadores en su primer día de retorno a la actividad tras el fallecimiento del ex presidente. De todos modos, señaló que " esta cadena nacional no es para hacer terapia emocional".
En realidad, continuó una Cristina muy emocionada, "quería utilizar estos minutos para agradecer a todos y a todas. A todos los hombres y mujeres que se movilizaron para verlo, despedirlo, para llorar por él (...) Tengo todos los rosarios que recibí colgados en mi casa de Río Gallegos. Quiero agradecer mucho esa formidable muestra de cariño y de amor. Que él se la mereció", insistió.
CFK dejó impreso luego su talante, pese al trance que vivió: "No voy a tener falsa humildad. Como decía una dirigente fallecida: hay que ser muy grande para ser humilde. Y yo no voy a ser grande y no voy a ser humilde. Simplemente voy a decir que él se lo merecía (el afecto de la gente)", repitió.
Párrafo aparte tuvo para la juventud. "A las decenas de miles de jóvenes que marcharon y cantaron por él, por la patria . Quiero decirles que en cada una de esas caras es la cara que yo vi a él cuando lo conocí. Ahí estaba el rostro de él exacto. Pero tienen mucha más suerte que él porque este país es mucho mejor que aquel, porque no los persiguió", agregó, siempre muy cerca de romperse en un llanto.
"Siempre he tenido un gran sentido de la responsabilidad. De mí depende la suerte de todos los argentinos (...) Desde el miércoles siento otra gran responsabilidad, que es hacer honor a su memoria y a su Gobierno. Gracias a todos por todo", finalizó Cristina Fernández.
De nuevo a la actividad. La Presidenta recibió esta tarde en la Casa de Gobierno las cartas credenciales de los embajadores de Azerbaiyán, de los Países Bajos, Suecia, Irlanda, Canadá, Cuba e Indonesia.
La jefa de Estado, como parte de su agenda oficial que retomó hoy, recibió a los flamantes diplomáticos de esos países durante un acto que se realizó en la Casa Rosada, en compañía del canciller Héctor Timerman.