Un champagne Chandon 187 sobre la mesa del bar Dandy, en Libertador y Bulnes. Un sándwich de pavita con mayonesa y salsa golf acompañado de papas rejilla. Un plan ideal para disfrutar la tarde del jueves 17 sentada a una mesa en la vereda. Pero de repente, el escrache: “Vos tendrías que estar tras las rejas”, le grita una mujer desde la mesa de al lado. “A esta sólo le falta la pizza, como en el menemismo”, desliza un peatón que la reconoce. La depositaria de la furia ciudadana es nada más ni nada menos que María Julia Alsogaray, la ex ministra de Medio Ambiente y emblema de la corrupción menemista que terminó presa.