POLITICA
Adelanto

Exclusivo: "Noticias" registró las reuniones que dinamitaron el Acuerdo

Miércoles, 8.25. Morales y Gil Lavedra llegan a la casa de Carrió. Cómo fue la decisión y los tironeos para que la carta de renuncia fuese pública. La sencuencia.

Los legisladores Gerardo Morales y Gil Lavedra llegan al desayuno con Carrió.
| Silvia Bordoni y Octavio Mancini

Carrió quería que su carta sea privada, pero sus diputados no se lo permitieron. La renuncia al Acuerdo Cívico y Social, esa fuerza que había construido con el radicalismo, socialismo, GEN y otros partidos, debía ser -según sus propios legisladores- dura, contundente y sobre todo pública. Pero antes de que Lilita se sentase a escribirla en su departamento, hubo una serie de encuentros reservados que definieron lo que esta tarde se hizo público: la Coalición Cívica deja de ser aliada del radicalismo, el socialismo y el GEN, por ahora.

Desayuno de verdades. A las 8.25, hasta el living de su departamento de Recoleta llegaron Gerardo Morales y Ricardo Gil Lavedra, dos de sus grandes amigos radicales. En la casa los esperaban Carrió y dos de sus diputados más incondicionales: Horacio Piemonte, uno de los cerebros de la ruptura con el Acuerdo y Alfonso Prat-Gay. Patricia Bullrich llegó a las 8.34, justo cuando Gil Lavedra estaba por cerrar la puerta de entrada del edificio. Allí, mientras se servía el café, Lilita fue al grano: adelantó su renuncia al frente electoral. “No estamos dispuestos a reproducir la Alianza”, dijo. “Ahí no volvemos, no vamos a entregarnos a una nueva traición”, lanzó mientras apagaba un cigarrillo por la mitad, como siempre hace.

Al encuentro también había sido invitado el diputado y precandidato presidencial Ricardo Alfonsín, que esquivó el desayuno. “Al haber dejado a Ricardito como el único puente de diálogo, si iba quedamos en off side con el partido”, reconoció uno de los más estrechos colaboradores, que adelantó que Alfonsín oirá los reclamos de Carrió y trabajará para saldar las diferencias. “Nosotros apostamos al Acuerdo Cívico”, explicó un ladero del radical.

En el cónclave, los diputados cívicos enumeraron uno por uno los motivos que los obligaban a romper relaciones: cierto manejos en la legislatura de Buenos Aires, donde la CC reclama una oposición intransigente al sciolismo y al duhaldismo, la postura de Binner en el tema retenciones y el apoyo de Alfonsín a ella, la posibilidad de que Cobos pueda ser el candidato del espacio, y sobre todos agresiones a Carrió por parte de Stolbizer y Ernesto Sanz. “Fue un encuentro cordial pero se dijeron cosas duras”, relató a Perfil.com un testigo del encuentro reservado.

Antes de que Morales y Gil Lavedra se fueran del departamento, Lilita les adelantó que iba a mandarles una carta personal a ambos, así como a Mario Negri y Ricardo Alfonsín, sus otros dos confidentes dentro de la UCR. En principio la misiva iba a ser privada, pero los dichos de Sanz, que hoy declaró y reafirmó que, para él, Carrió ya se había ido del ACyS, cambiaron el panorama drásticamente. En la huestes de Lilita ven a Leopoldo Moreau y Jesús Rodríguez detrás de las palabras de Sanz. A ellos hace referencia Carrió en la carta cuando habla de “los gerentes que manejaron la UCR durante años”. En el entorno de Sanz justificaron las palabras del titular de la UCR. “Hay cosas que no se pueden aguantar, había que decir algo”, afirmó a este medio un colaborador del mendocino.

Después del desayuno, Carrió reunió a todos sus diputados, que le reclamaron que la carta sea pública. Y así fue. Lo demás es historia conocida: un final anunciado para la novela del armado político, aunque cerca de la chaqueña aclaran que la carta fue una suerte de ultimatum y no una renuncia. Patricia Bullrich señaló a Perfil.com: “Es un impasse político pero no parlamentario” . “En la reunión con Morales y Gil Lavedra, que fue dura pero amable, planteamos que hay que terminar con las prácticas reñidas con la ética”, añadió.

Los tres enemigos de Carrió. Tres nombres se repiten en la boca de los diputados de la CC para explicar esta ruptura: Cobos, Binner y Stolbizer. Los tres han tenido fuertes cruces con Carrió y hoy son señalados como los enemigos de Lilita dentro del Acuerdo. “Es un problema de relación de fuerzas. El socialismo y el GEN tiene que asumir su rol, el Acuerdo Cívico es la Coalición más el radicalismo y el radicalismo más la Coalición, que lideran”, aclaró Patricia Bullrich, que cargó sus armas contra Binner y Stolbizer.

“Binner ni siquiera iba a los actos que ellos hacían en Santa Fe. Fueron en contra nuestro en la ciudad, en provincia, en todos lados menos en Santa Fe, donde les convenía”, explicó Bullrich. Sobre Stolbizer, acotó: “A Margarita que la paren, parece que somos el puching ball para que hagan política. Firmó el dictamen del 82% con Solanas y Proyecto Sur y no con nosotros, va a los actos de Pino, que encima en la campaña no se va a cansar de tirarnos mierda”, se enojó.

En tanto, Juan Carlos Morán, subrayó a Perfil.com que el vicepresidente de Cristina es otro obstáculo. “No vamos a aceptar liderazgos de dirigentes que usufructuaron el poder del kirchnerismo como Cobos, no puede ser candidato; no estamos de acuerdo con Duhalde en la provincia, ni que se sea complaciente con el sciolismo”. Y también le pegó a Binner. “Prometimos rebajar a 25% las retenciones a soja y dejar en 0% las economías regionales y dos horas antes de que se discuta el tema en el Congreso, Binner dice que eso es facultad del Gobierno, ¡es un gobernador!, con el peso que eso tiene y la UCR después lo apoya”.