La industria farmacéutica rechazó este miércoles la propuesta del Gobierno nacional, que busca firmar un nuevo convenio para reducir el precio de los medicamentos que compra el PAMI para proveer a sus afiliados, como adelantó ayer Perfil.
El Ejecutivo propone, entre otras cosas, reducir un 5% el costo de los remedios, estipular un precio máximo o de referencia para cada uno, e intentar mantener esa cotización el mayor tiempo posible. A las 11 de hoy, una hora después de vencido el plazo, los laboratorios manifestaron su disconformidad y presentaron una contraoferta que será analizada por el oficialismo en los próximos días, confirmaron fuentes de la obra social de jubilados y pensionados (y de las cámaras del sector) a este medio.
Un actor central figura en el centro de la disputa, pero lejos de las primeras planas de los medios. Se trata de Farmalink, una empresa privada que se encarga de validar, procesar y auditar las más de 6 millones de recetas de farmacias donde se atiende PAMI. La firma está compuesta por las principales cámaras de los laboratorios: Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME), Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA) y Cooperativa de Laboratorios Argentinos (Cooperala).
La compañía auditora está presidida por la fórmula Jorge Vázquez e Isahia Drajer como vicepresidente, quien a su vez ostenta el máximo cargo dentro de CILFA desde 2014, y es presidente de Laboratorios Elea Phoenix SA.
Los comienzos. A mediados de los '90, las tres cámaras conformaron un acuerdo para vender medicamentos directamente al PAMI, entonces conducido por Víctor Alderete. A fines del 2000 se creó la firma auditora, que en su estructura accionaria está compuesta por CAEME, CILFA y Cooperala, quienes desarrollaron un sistema informático para llevar un control de las recetas y medicamentos vendidos a la entidad previsional.
Farmalink provee servicios para droguerías, obras sociales y farmacias. Entre ellos figuran: liquidaciones de dispensaciones de medicamentos ambulatorios a pedido de la entidad de salud, auditoría farmacéutica de recetas de medicamentos ambulatorios. Además cuenta con un sistema de prestaciones de recetas y validación de prescripciones online, entre otras.
La compañía cuenta con una variada cartera de clientes entre los que está Apross, Galeno, Ioma, Medicus, Medifé, Omint, Osde, Osep y Swiss Medical, según consta en su sitio web.
La negociación. Por los servicios prestados a la institución previsional, Farmalink recibe el 1% del contrato firmado entre las cámaras y PAMI, con vigencia hasta el 1° de abril de este año. Esto implica un monto de 350 millones pesos anuales. El Gobierno intentó apartar a la empresa auditora, sin suerte hasta ahora por las presiones de la industria farmacéutica.
Por eso, el Ejecutivo se propuso acudir al gradualismo en este punto. La última oferta de las cámaras mantiene el vínculo de la empresa auditora con el del PAMI, pero sin costos para el organismo de previsión, según el acuerdo al que pudo acceder Perfil. Es decir, que el costo administrativo lo paguen los laboratorios.
“Lo que tenemos que hacer es cambiar el modelo. No puede ser que la empresa que se encarga de decidir a quién se le entregan los medicamentos, o a quién hay que pagarle, sea parte interesada de los que venden”, argumentaron a Perfil desde PAMI.
Perfil se comunicó con Farmalink y con las cámaras de los laboratorios, quienes no quisieron emitir opinión al respecto.
El documento completo con la propuesta vigente de PAMI: