El ex juez de la Corte Suprema de Justicia Carlos Santiago Fayt murió anoche a los 98 años. El titular del Colegio Público de Abogados Jorge Rizzo, quien fue su abogado cuando el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner lo quiso apartar del máximo tribunal, señaló: "Estaba internado. Anduvo mal, se descompuso, lo llevaron, pero se fue bien".
Fayt fue integrante de la Corte desde el regreso de la democracia, en 1983, hasta fines de 2015, un día después de concluída la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien intentó removerlo del cargo en los últimos años.
Por aquellos días de dura embestida kirchnerista contra su cargo en la Corte Suprema, Fayt confesó a PERFIL que su plan era "resistir". Así las cosas, el ex magistrado logró soportó esa movida y dijo que se iba a ir después de que la entonces jefa del Estado abandonara la Casa Rosada, cosa que cumplió un día después, el 11 de diciembre del año pasado.
Fayt nació en el seno de una tradicional familia católica salteña, oriunda de Tartagal, tenía raíces sirio-libanesas y políticamente se alineó con el socialismo. Estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires. Fayt se mostró desde joven interesado en analizar las causas y las consecuencias del peronismo.
Profesor emérito de la UBA y titular en la Universidad de Belgrano, Fayt fue también director del Instituto Argentino de Ciencia Política, entre otros cargos.
Fayt también fue objeto de solicitudes de juicios políticos, y no sólo el kirchnerismo intentó removerlo con el argumento de su avanzada edad, ya que en su momento también lo hizo el ex presidente Eduardo Duhalde.
Hasta el propio Eugenio Zaffaroni criticó a Fayt: "Yo soy más populista, él más gorila".
En 2015, la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados —a pedido del Jefe de Gabinete Aníbal Fernández y de legisladores oficialistas— aprobó el pedido de una evaluación psicofísica de Fayt.
La actual vicepresidenta de la Corte, Elena Highton de Nolasco, dijo horas atrás: "Lo estábamos extrañando desde que se fue" y lo recordó como "un hombre importante y de muy buen humor".