La semana que empezó de la peor forma para el Gobierno termina de la manera que no habían imaginado, con la cancelación de la agenda exterior del presidente Alberto Fernández en el rol que más cómodo le sienta. Además, la que debía ser la foto del primer mandatario ganando la presidencia temporal de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac) durante 2022, como escala previa a su arribo a Estados Unidos, tampoco podrá ser. Solo se mantuvieron los compromisos remotos.
Temprano en la mañana, desde Olivos, Fernández se conectó ayer para cumplir con un compromiso con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y su agenda ambientalista. El llamado Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima es una continuidad de aquella primera Cumbre de Líderes sobre el Clima, de abril pasado, y su versión regional, de septiembre. Todas motorizadas por la Casa Blanca a la que el Gobierno busca llegar desde esta plataforma y en franca diferenciación con Brasil.
“Es imprescindible que la transición climática y energética sea justa, y no agigante las brechas de bienestar en nuestro planeta”, expresó Fernández, haciendo hincapié en la “triple crisis” que azota a los países de renta media, como la Argentina: la pandemia, la climática y la deuda. Una vez más, volvió a reclamar por plazos más extensos y tasas más bajas para el financiamiento, repensar la Arquitectura Financiera Internacional, a fin de incluir “la capitalización de los Bancos de Desarrollo y el canje de deuda por clima”.
Después de la máxima tensión, Alberto Fernández arma un gabinete reforzado para salir de la crisis
La semana próxima arranca la Asamblea General de Naciones Unidas con la participación de los jefes de Gobierno y Estado de sus países miembro. El Gobierno apostó, en algún momento, a la posibilidad de una bilateral con Biden en ese ámbito. La misma que negocia desde fines del año pasado, desde antes que asumiera. Luego se enteraron de que más de un líder se conectaría remoto. Y la derrota del domingo en las PASO terminó por hundir los planes de un viaje presidencial a Nueva York.
No obstante ello, hasta el jueves a la tarde seguía “todo preparado” para el viaje a México a la cumbre de la Celac. Fue lo último que se canceló, luego de las 20 horas, con un escueto mensaje de WhatsApp: “El Presidente suspendió sus viajes al exterior para terminar de definir las medidas económicas que se anunciarán en los próximos días”. En su lugar, viajó el canciller Felipe Solá, por lo que habrá foto de triunfo electoral solo que, una vez más, sin Fernández.
Y es que el Gobierno trabajó con mucho énfasis, en reiteradas reuniones de Solá con cancilleres y embajadores para reunir el consenso que requiere la elección del presidente de la Celac. Y no la tuvo sencilla porque, en el medio, Nicaragua le abrió una candidatura alternativa de la mano de algunos Estados caribeños que demandó la intervención de Cuba para contener la jugada y no poner en peligro la cumbre en México. Al final, desde la Cancillería destacaron los consensos obtenidos sin prejuicios ideológicos.
