Fernández y Macron renuevan su alianza internacional

Deuda, vacunas y una sociedad en torno a las políticas de género, con la que ambos gobiernos apuestan a dejar su impronta. En el trazo grueso, así se puede resumir los puntos de contacto entre los presidentes Alberto Fernández y Emmanuel Macron, de Francia, durante el diálogo bilateral por videoconferencia que mantuvieron ayer al mediodía, al término de otra semana internacionalista en la agenda del Gobierno.

Ambos mandatarios conversaron a lo largo de unos 50 minutos, casi un año después de su encuentro en persona durante la gira que llevó al entonces flamante presidente Fernández por la Europa de la pre-pandemia. El argentino se conectó desde la Quinta de Olivos, acompañado por el canciller, Felipe Solá, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz.

Al igual que en su primer encuentro —luego volverían a dialogar en octubre—, Macron reiteró el compromiso de Francia para apoyar a la Argentina en el marco de la renegociación de su deuda con el Fondo Monetario Internacional. Por su parte, Fernández agradeció el respaldo galo durante las conversaciones con los acreedores privados. Fue “muy importante”, lo ponderó el argentino, acorde al comunicado oficial del Ejecutivo.

El Presidente procuró alinear los respaldos europeos en torno a la Argentina. Asimismo, ha hecho de la deuda y su peso sobre las naciones en desarrollo una de las banderas de su discurso internacional, alineado a la prédica del Papa Francisco. Y lo replicó en cada uno de los foros en los que participó a lo largo del año pasado, del G20 al Grupo de Puebla, con tono diverso. Frente a Macron, remarcó la necesidad de “revisar las reglas que hoy existen para dar más flexibilidad a los acuerdos”.

La pandemia fue otro de los ejes sobre los que intercambiaron opiniones en lo referente a la situación sanitaria de ambo países, las medidas adoptadas para contener al virus y el proceso de vacunación en curso. Al igual que la Argentina, también Europa lidia con los compromisos incumplidos por parte de los laboratorios, en su caso, AstraZeneca.

Como Macron,
el Gobierno hizo
de las políticas de
género una marca
de su gestión

Los dos presidentes coincidieron en reclamar un aumento en la producción de las vacunas y que sean consideradas un bien público universal, libre de la propiedad intelectual, para garantizar el acceso por parte de los países más pobres. Según un informe citado por la Cruz Roja, los 50 países más ricos concentran el 70 por ciento de las dosis producidas. Gran parte de ellos se distribuyen entre Norteamérica y Europa. Sobre vacunas y deuda, acordaron conciliar una postura dentro del G20.

Por último, Macron felicitó a Fernández por la reciente aprobación de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). “Quiero felicitarte porque para nosotros es algo muy importante”, indicó, acorde al parte informativo. En su país, el aborto voluntario es legal hasta la semana doce. Y lo invitó a sumarse al cierre del Foro Generación Igualdad, un encuentro organizado por ONU Mujeres para garantizar los derechos de las mujeres en el mundo, que debía realizarse a comienzos de año y fue postergado hasta la mitad.

Al igual que Macron en Francia, que estableció la igualdad entre los géneros como la “gran causa” de su mandato, allá por 2017, Fernández también busca una impronta para su Gobierno en materia de políticas de género, una suerte de marca de agua para su gestión. De ahí las múltiples políticas abordadas, desde la creación del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad a las capacitaciones y el impulso al proyecto de la IVE en el último tramo de 2020.