Cristina Fernández fue tajante con el jefe de Gabinete: "la gestión de Romina Picolotti se acabó, quiero su renuncia en forma inmediata". Massa, conocedor de los humores kirchneristas, cumplió con los trámites de rigor, citando a la defenestrada funcionaria e informándola de su adiós. Pero cuentan que hay varias razones por las que Picolotti terminó hartando a la Presidenta.
De su ineficiencia nadie puede sorprenderse, ya que no hace falta ser un erudito en el tema Medio Ambiente para saber que poco y nada se ha hecho. Pero lo que habría molestado especialmente a Cristina es un informe que llegó en las últimas horas a su despacho, señalando que "el presupuesto del área de Picolotti estaba subejecutado hasta noviembre último", además de la postura de la ahora ex funcionaria en los temas glaciares y bosques, en los que no parecía sostener las mismas posiciones del matrimonio Kirchner.
Como se sabe, Cristina ha vetado la Ley de Glaciares, tema que genera rispideces en el seno mismo del kirchnerismo en el Congreso, pero además Picolotti ha demorado, desde hace un año, la tarea de la reglamentación de la ley de Bosques. Además las buenas relaciones de Romina con Greenpeace disgustaban especialmente a Cristina, que no tiene justamente entre sus afectos a la organización ecologista. Greenpeace realizó una protesta en la Jefatura de Gabinete hace unos días y varias voces en la Rosada apuntaron a Picolotti por no haber hecho lo posible por desactivarla.
Y el último punto de la argumentos presidenciales para bajarle el pulgar tiene que ver dinero: "se detectaron viáticos por 70.000 dólares, sólo en los últimos días, para cursos en el exterior de miembros de la secretaría". Esos gastos en "capacitación" habrían sido una constante en los años de la gestión Picolotti.