La guerra de inteligencia que mantiene el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con un sector liderado por el exespía Jaime Stiuso abrió hoy un nuevo capítulo después de que el jefe de la Secretaría de Inteligencia (SI), Oscar Parrilli, desclasificara su legajo junto con el de otros agentes para que pudieran ser investigados por presunto lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
Según consignó la agencia DyN, Parrilli también le informó a la Justicia que ninguna de las 65 empresas que habrían participado en las maniobras de esos ilícitos son de la SI o fueron creadas para tareas de inteligencia.
El titular de la Agencia Federal de Inteligencia le envió la desclasificación de los legajos de Stiuso y de una decena de agentes al juez federal Sebastián Casanello y al fiscal Ramiro González, quienes tienen la denuncia que presentó la ONG "La Alameda" por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
El titular de "La Alameda" y legislador porteño, Gustavo Vera, se reunió hoy con Parrilli, quien le informó que otras personas denunciadas no forman parte de la ex SI.
"Tenemos la sospecha que esto no es sólo lavado de dinero de fondos reservados, sino que hay vinculación con el narcotráfico de parte de los agentes de inteligencia", le dijo Vera a la agencia DyN luego de la reunión.
Antes de iniciar una investigación, el fiscal González había pedido que la ex SI informe si las empresas denunciadas por Vera eran o no compañías creadas por el organismo para operaciones de inteligencia.
Ahora el fiscal deberá decidir si abre formalmente una investigación contra Stiuso y el resto de los denunciados.