José Martinez Sobrino es uno de los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal número 6, que este miércoles le concedió el beneficio de prisión domiciliaria al represor Miguel Etchecolatz, condenado a perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar.
Entrevistado por Romina Manguel en Radio Nacional, el magistrado justificó la decisión por la avanzada edad del exagente de la Policía Bonaerense y sus problemas de salud.
"Ha tenido varios episodios de bastante gravedad relacionados con su salud, ha tenido incluso un ACV del que se pensó que no se iba a recuperar. Etchecolatz está con varios imputados más, el defensor oficial solicitó hace un tiempo la prisión domiciliaria", sostuvo el funcionario judicial. Y agregó que el beneficio "lo pidió el defensor en base a su edad (tiene 88 años) y su delicado estado de salud".
Sobrino afirmó que la prisión domiciliaria "no es un derecho, pero teniendo en cuenta los criterios de la Corte y los tribunales internacionales, lo que comienza supuestamente como un beneficio se trasforma en derecho".
"Evaluamos la edad y el estado físico delicado", sostuvo el juez, y argumentó que "se evalúa también la gravedad" de los delitos que se le imputan a Etchecolatz, pero agregó que "las normas que establecen la posibilidad de la prisión domiciliaria no hace ninguna diferencia" en cuanto a los crímenes cometidos.
En el fallo difundido este miércoles, Sobrino y los jueces Julio Panelo y Fernando Canero entendieron que Etchecolatz cumple con los requisitos del artículo 10 del Código Penal y en el artículo 32 de la ley 24.660 para recibir la domiciliaria.
Los magistrados remarcaron "que la situación del imputado –quien cuenta con 88 años y diversas dolencias- encuadra dentro de las previsiones de la normativa reseñada, tratándose del geronte con mayor edad en institución carcelaria en todo el ámbito penitenciario federal".