A mes del 29, todo amenaza volver (serpenteante, bajo cuerda) al 28. Digámoslo: aquí la política importa poco. Y algo más grave: Kirchner lo sabe. Dos puntos (apenas) nos salvaron de caer de la cornisa. Nos bastó para trocar realidad por espejismo. Y en él estamos. Bailando nuestro Bolero de Ravel.
Con el “no positivo” de Cobos pasó igual: nada. El árbol tapó al bosque. Se instaló su figura pero el ninguneo al campo continuó. K. percibe que a las votos opositores de junio les falta contención, orquestación y batuta. Y se alista para aprovechar el desconcierto. No hay dios que lo despegue de la Caja. Está en su naturaleza. Es su erótica. Aferrado como pulpo se enmascara y acecha. Es peligroso. Más lo es la falta de reacción social a sus desplantes.
La electoral fue magra y se la celebró como arrolladora. De seguir en Babia para el 10 de diciembre el Capitán Garfio irá sumando el poder que pierden sus adversarios. Su araña no deja de tejer. Esta semana (bien de noche) atrajo a Scioli a Olivos, le cambió el software y lo mandó a La Rural a cantar el aria “Nadie puede llevarse por delante a nadie”. Chiste patagónico que algunos aplaudieron en lugar de silbarlo. Hasta hubo prensa que elogió la “actitud” de Scioli pese a informar que surgía de un “pacto” con el Jefe.
¿En qué quedamos?. Es que aquí hasta los opositores son peronistas (o sea, incorregibles) No es petardismo: la mayoría de los triunfadores del 28, lo es. Al menos 6 (casi nada): Narváez (lo confiesa), Cobos (es el 2 de un gobierno K.), Reuteman (juega de eso), Sola (de allí viene), Macri (duda pero la mira con cariño) y Solanas (es oriundo y acepta cohabitar).
Dejemos a Das Neves para Horangel pues más se parece a una flor azteca. Del otro lado del espejo sobresale (lejos) la individual enfermiza de Carrió. Rechazó el envite y se borró (lo que le revienta a la gran obrera de Stolbizer). No es para asustar pero hasta que no se levante esta niebla, Kirchner (todavía, y pese al 29) “seguirá llevándose por delante al que quiera” aunque Daniel Strogoff vaya y entone el “Nessum puede llevarse, etc”.
De no estructurarse pronto una concreta, afiatada y proyectiva oposición, K. le seguirá dando a la matraca de jodernos la existencia. Sea con bombitas de mal olor o bombistas piqueteros atronando desde balcones del Congreso, buscará que el 11 de diciembre no sea muy diferente del 28 de junio.
Las frases, los medios, incluso el conteo electrónico de los escaños, harán pensar que está knock out. Pero habrá que verlo. Hoy mismo, con lo mal que le fue, no deja de moverse por nuestra casa como si fuera solo suya. Jurará por la Constitución (¿puede jurar quien es perjuro?) y minga le importará ser diputado bonaerense (que parece chiste). Entre dientes se dirá: “Juro ante mí, Néstor I, que no aflojaré (Moyano, Moreno, D’Elía y Carta Abierta mediante) hasta vaciar este Congreso.
Quien lo imagine sentado como par entre pares, o es sueco o vive en Uruguay. Su escaño será quiosco de avanzadilla desde el cual (captando o cooptando) impedirá (como sea) se deroguen las 4 leyes feudales que lo bancan: Necesidad y Urgencia, Magistratura, Superpoderes y Emergencia Económica.
El tipo es de temer. “Lo esperado no se cumple. Lo que se cumple es lo inesperado” avivó Eurípides. Por tanto, atentti. Salgamos del espejismo. Tras superar Cobos la duda “más larga del mundo” nos acostamos soñando vaquitas, trigo y girasoles. Todo está (casi) como entonces. Carlos Verna, senador pampeano electo PJ ya avisó: "Kirchner no es discípulo de Perón sino de Nerón": sic. (Si algo nos faltaba para celebrar el Bicentenario, eran bomberos).
(*) Especial para Perfil.com