—¿Por qué decidiste ingresar a la política?
—Siempre creí que es la política el ámbito natural para modificar en serio la vida de la gente. Me entusiasma hacer un aporte, llevar ideas, ofrecer miradas nuevas que puedan servir en la comunidad en la que vivo.
—¿Te molesta que algunos te califiquen como “outsider” de la política?
—No creo en la lógica de que hay un sistema y todo lo que no forma para de él es un “outsider”. Somos una gran aldea y hay lugar para todos. Debemos entender que la política no es propiedad de algunos dirigentes.
—¿Considerás que por medio de la política podés cambiar o ayudar a la gente?
—Sí, estoy convencido de que cada uno tiene un aporte para hacer. Sería feliz si pudiera ofrecer en Pilar una perspectiva cultural nueva, trabajando con Juan Martín Tito para que la gente sea más feliz. Eso no es una utopía. Hace falta valor, gente honesta y no permitir que se nos atrofien las antenas, la diferencia está en nunca dejar de poner la oreja y empatizar con la gente.
—¿Cuáles serían los tres valores personales que querés llevar a la política?
—Hay que fortalecer la idea de que lo que verdaderamente cambia una sociedad es el trabajo. Si no generamos opciones reales de trabajo para la gente, seguiremos empobreciéndonos. Lo segundo es marcar un sendero de esperanza, porque cuando escuchamos permanentemente que la salida es Ezeiza es una invitación a la frustración constante. No es verdad eso. Los que mejor están desde el punto de vista económico o social son los primeros que tienen que mostrar que hay un camino posible, que al final el esfuerzo valdrá la pena. Lo tercero es el arte, que es lo que nos une, nos hermana. No puede faltar el arte en la política.
—¿Quiénes son tus referentes en la política?
—Tengo un gran recuerdo de Alfonsín, que nos devolvió la democracia como valor supremo y rescato cosas de algunos dirigentes, pero lamentablemente encuentro en la mayoría la responsabilidad de la situación actual en la que estamos. Por eso creo que hay que probar con otra gente.
—¿Qué opinas de cómo se desarrolló la vacunación a la población en la Argentina?
—Creo que la pandemia afectó mucho a los países más empobrecidos y nosotros no somos la excepción. Prefiero que la clase política dejara los egos, se enfocara en no perder tiempo y vacunar lo más rápido posible. Fue una decepción y lo que más duele son las más de cien mil vidas que quedaron en el camino.
—¿Y qué opinión tenés con respecto a las visitas a la Quinta de Olivos?
—No tengo claro qué es lo que sucede dentro de Olivos en términos de agenda presidencial. Debería ser un sistema más transparente para que todos sepamos bien qué hace el presidente ya que en definitiva está cumpliendo el rol de un jefe de Estado y las acciones de gobierno deben ser públicas.