El club Excursionistas, en Belgrano, amaneció distinto: un grupo cercano a las 200 personas se habían acercado a la canchita de fútbol 5. El motivo: una charla de Horacio Rodríguez Larreta junto a Elisa Carrió en el marco de la campaña porteña.
Uno de los datos salientes de la reunión fue la presencia de la wedding planner Bárbara Diez, la mujer del jefe de Gobierno porteño, quien incluso sumó a la pequeña Serena, la hija de ambos de tan solo un año y siete meses. La pequeña, en varios tramos de la charla entre los vecinos (en su mayoría jubilados) iba y venía entre sus padres y los asesores del jefe comunal.
La agenda de Diez suele ser intensa los fines de semana, cuando se realizan la mayoría de los casamientos. Esos días Larreta suele acompañarla, aunque opta por quedarse en la cocina y no mostrarse en las fiestas. Sin embargo hoy fue al revés: la esposa del intendente se sentó muy cerca de Carrió y escuchó, con una sonrisa, las alocuciones de los vecinos.
Cerca de Larreta cuentan que, para esta campaña, Diez ya estuvo en un par de actos. En 2015, cuando surgió la interna con Gabriela Michetti, tuvo varias apariciones, incluso televisivas. Es más: su hija mayor, Manuela, hizo campaña en la comuna 2 y hasta se animó a poner una mesa con globos con sus amigos en una esquina. Pero la aparición de la pequeña Serena fue un motivo de miradas en Belgrano. “La llevo a todos lados”, le cuenta la wedding planner a PERFIL a la salida del encuentro proselitista.
La campaña porteña se presenta tranquila, en apariencia, para el macrismo. A pesar de que Lilita se encamina a una victoria holgada, no todo es calma en las huestes porteñas. Esta semana varios funcionarios tuvieron que escuchar las quejas de Andy Freire, primer candidato a legislador porteño, por sus, en su opinión, escasas apariciones mediáticas. “Quizás no mide”, se mofaba un dirigente del PRO durante el acto. Freire se enojó mucho cuando Mauro Viale lo “bajó” de su programa una hora antes del comienzo.
Tampoco es sencilla Lilita. El jefe de la campaña, Diego Santilli, junto al “lilito” Maximiliano Ferraro intentan contener a Carrió. “Vas a una elección histórica Lilita”, la suele arengar el vicejefe de Gobierno porteño.
Entre los ruidos de candidatos, ya generó fricciones Fernando Iglesias: tanto los jefes de campaña como la misma Carrió le pidieron que “afloje” su discurso antiperonista. Es que, tal como está planteada, el frente “Vamos Juntos” prometió una campaña pro-positiva y, como suele plantear Carrió, la “no violencia”.
Las primeras cuentas que realizan en el búnker larretista hablan de un 40-20-20, es decir, con un empate técnico entre el kirchnerista Daniel Filmus y Martín Lousteau. Pero otras encuestas, en particular las de Jaime Durán Barba, muestran a una Carrió superando los 43 puntos. Es decir, un récord para una legislativa. Hasta 2017 la campaña de 2013, con Michetti y Santilli para senadores, se llevó el 39%, y tenía el mayor nivel de adhesión para una elección parlamentaria oficialista del PRO en la Ciudad.