Ex juez de Lomas de Zamora, cuentista, dramaturgo y amigo personal del líder sindical. Daniel Llermanos es hoy la espada judicial de Hugo Moyano. Además de su carrera legal, Llermanos tiene una trayectoria artística. En los 90 realizó una fotonovela narrada por él mismo para Cablevisión. Unos años después estrenó la obra Código de Familia, que luego convirtiera en un libro. Presentó otras dos obras, con excelentes críticas, y el año próximo quiere estrenar una pieza sobre el juicio a Al Capone. Con intereses tan dispersos, hoy hay uno que concentra casi toda su atención: la defensa de la familia Moyano.
—Cada institución en la que intervienen los Moyano motiva una denuncia. ¿Por qué ocurre esto?
—A uno de los hombres que más obras hace es al que más lo atacan, en vez de preocuparse de los que se roban el país. ¿Tanto problema es que la señora de Moyano preste servicios al sindicato si nadie se queja de que sean malos o caros? Si usted se presenta a ofrecer cualquier servicio más barato, lo contratan. Se lo aseguro. Moyano es uno de los pagadores más duros de la Argentina. Camioneros tiene, con su gestión, mil millones de dólares en inmuebles, valuados por la AFIP, y tres mil millones de dólares en depósitos a la vista. ¿Ese es el hombre que denuncian por defraudar al gremio?
—¿Hay alguna denuncia que genere preocupación?
—No. Mi intervención en los medios es cien veces superior a mi intervención judicial. Solo presenté algunos escritos. En las denuncias se trata de dejar al descubierto algo. Pero lo que se denuncia de Moyano es que tiene empresas allegadas a su familia, algo que él ha reconocido siempre. Son decisiones aprobadas en asamblea y está en los balances.
—Algunos plantean que al sindicato les crean leyes de orden público y es agente de retención de impuestos…
—Sí, Coca-Cola también retiene impuestos. Y contrata al que quiere. No hay ninguna restricción. Además, un porcentaje muy chico de las contrataciones las hace Liliana Zulet. No creo que lleguen al 3%. Pero aún si el único proveedor de Camioneros fuera una firma de Hugo Moyano, eso no está prohibido. Lo que está prohibido es administrar en fraude.
—Otras denuncias apuntaron al patrimonio de Moyano...
—Moyano solo tiene tres autos viejos, un Ford Sierra y dos Falcon, a nombre de él y como bien ganancial un departamento en la avenida Montes de Oca. Ese es su patrimonio. Después está el patrimonio de las empresas, que es preexistente. Liliana Zulet era proveedora del gremio antes de que se casen, también es proveedora del Estado. Moyano no tenía por qué, si el servicio era bueno, y él se casa con ella, dejar de usar a esas empresas.
—Usted parece muy tranquilo, pero Hugo salió a elegir compañero de celda: lo pidió a Franco Macri.
—Lo dijo en broma. Y a mí me consta que tiene una gran relación y un afecto personal por Franco. Fue una humorada y estoy seguro que Franco la ha tomado así, además, no creo que el padre de Macri comparta lo que están haciendo con Hugo.
—¿Cree que Mauricio está detrás de las denuncias?
—No lo conozco personalmente, pero no me lo imagino dirigiendo una operación de este tipo. Sí creo que hay algunos que son más papistas que el Papa.
