Los hábitos cambian. Todo cambia. Por primera vez, los hombres que formen parte de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) podrán usar pelo largo, maquillarse y hasta pintarse las uñas con discreción, según lo establece el nuevo reglamento de uniformes no binario de la fuerza.
“El objetivo es ampliar derechos”, explicaron desde la PSA y señalaron que la disposición “evita basarse en estereotipos y se centra en la operatividad de la labor policial, promoviendo el respeto por el trato digno y la identidad autopercibida de las y los integrantes de la fuerza”.
La decisión de derribar con viejas imposiciones surgió a partir del reclamo de una oficial trans de la PSA que estaba en su etapa de transición hacia su identidad autopercibida. Según indicaron las fuentes, la agente planteó la necesidad de pintarse las uñas y delinearse los ojos no sin antes consultar si esa acción podría derivar en una sanción, debido a que el reglamento no lo contemplaba.
A partir del inédito pedido, se debatió el tema en una mesa de trabajo que incluyó a toda la estructura operacional de la fuerza y, finalmente, se resolvió elaborar un nuevo reglamento, el primero entre las fuerzas de seguridad del país que se adecúa a la identidad de género autopercibida por el agente.
Desde ahora, los hombres podrán usar barba o pelo largo recogido y no tendrán la obligación de ocultar tatuajes (en tanto no sean ofensivos o agresivos). Las mujeres, por su parte, no estarán obligadas a usar faldas en su conjunto de gala y aquellas que estén embarazadas o en período de lactancia no tendrán que usar ropas distintas del resto.
El director nacional de la PSA, José Alejandro Glinski, señaló que “es una propuesta que vino de abajo hacia arriba. Como decimos siempre en el peronismo: donde hay una necesidad, nace un derecho. En este caso, fue la inquietud de una oficial durante su transición; su proceso exigía determinadas acciones progresivas y la institución, con sus protocolos, se lo negaba. Entonces comenzamos a trabajar en eso advertimos que no solo debíamos eliminar la diferenciación y hacer uniformes unisex; también vimos que había otras cuestiones injustas y estigmatizantes, como el hecho de que las mujeres lactantes no pudieran cumplir tareas y debieran llevar camisa blanca y pantalón negro, o que las embarazadas no pudieran llevar uniforme”.
“Es una propuesta
que vino de abajo
ante la inquietud
de una oficial”,
explican en la PSA
“La perspectiva de género nos permitió ver arbitrariedades en la conducta operacional. Por ejemplo: usar barba, que está tan de moda, no afecta la labor policial; tampoco el pelo largo en los hombres -como a las mujeres, les pedimos que se lo recojan-, o un uso discreto de cosméticos. O los tatuajes: mientras que un oficial jefe podía ostentarlos, a los subordinados se les vedaba. Intentamos profesionalizar nuestra fuerza y sus protocolos”, afirmó Glinski.
A partir de su vigencia, el personal policial podrá llevar el cabello largo recogido; lucir barba y/o bigote; utilizar cosméticos de manera discreta; lucir tatuajes, siempre que nos sean ofensivos para terceros. Los cargos y grados jerárquicos también incluirán la diversidad, y las personas gestantes y lactantes podrán utilizar, como regla general, el uniforme de oficiales entendido como un derecho adquirido, pudiendo solicitar su excepción.